El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet. / Reuters
crisis financiera mundial

Trichet descarta la posibilidad de deflación en la eurozona

Afirma que se está produciendo una disminución del ritmo de aumento de los precios, como consecuencia del abaratamiento del petróleo y otras materias primas

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El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, ha descartado que la actual tendencia de moderación de los precios en la eurozona conduzca a una situación de deflación, con caídas continuadas de los precios durante un periodo largo de tiempo.

En una comparecencia ante el Parlamento Europeo, Trichet ha explicado que la economía de la eurozona está registrando "desinflación", es decir, una disminución del ritmo de aumento de los precios, como consecuencia del abaratamiento del petróleo y otras materias primas. "Se trata de una evolución positiva", ha recalcado el presidente de la autoridad monetaria, quien ha vaticinado que, a medio plazo, la inflación se mantendrá en línea con la definición de estabilidad de precios (por debajo del 2%, pero próxima a esa cifra). Al cierre de 2008, en los países de la moneda única se situó en el 1,6%.

Trichet ha apuntado que, si continua la bajada del petróleo, la inflación en la zona del euro podría marcar tasas negativas en algún momento, pero dejó claro que esa situación no sería perjudicial para la economía europea, ya que conlleva una mejora del poder adquisitivo de los ciudadanos. Ha explicado que, igual que cuando había intensas presiones inflacionistas, la tarea del BCE es mantener firmemente ancladas las perspectivas de inflación y ha situado en ese contexto las últimas rebajas de los tipos de interés, hasta situarlos en el 2%.

Un año de "gran dificultad"

En cuanto a la evolución de la actividad, el presidente del Banco ha incidido en que 2009 será un año de "profunda desaceleración y gran dificultad" y ha augurado que 2010 será el de la vuelta al crecimiento, tanto en la eurozona como en la economía global.

Ha advertido, no obstante, en que estas previsiones están rodeadas de extraordinaria incertidumbre y ha subrayado que los riesgos para el crecimiento son a la baja. Trichet ha considerado que, en este contexto, es fundamental el mantenimiento de la disciplina macroeconómica. Confía en que las medidas urgentes adoptadas por los gobiernos contra la crisis y para restaurar la normalidad en los mercados surtan efecto y ha explicado que el BCE, por su parte, hará lo necesario para contribuir con la política monetaria a impulsar el empleo y el crecimiento.

Sobre la sequía en los mercados de crédito, Trichet ha opinado que se han producido algunas mejoras y ha aludido, en concreto, a la evolución reciente del Euríbor (el tipo al que se prestan dinero los bancos de la eurozona y el más utilizado como referencia para las hipotecas), aunque ha reseñado que "hay que seguir alerta". Por último, respecto al proceso de reforma del sistema financiero internacional, Trichet ha reiterado que son necesarias muchas mejoras y de gran amplitud, para aumentar su transparencia y resistencia a los shocks.