RETIRADA. Los operarios se afanan en recoger los cientos de peces muertos ayer. / ROMÁN RÍOS
Chiclana

El Seprona investiga la causa de la muerte de millares de peces en el cauce del río Iro

La mayoría de ejemplares recogidos son lisas, una especie común en la zona El Consistorio descarta una contaminación grave y apunta a un posible vertido

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Durante la jornada de ayer aparecieron flotando en el cauce de la ribera del río Iro millares de peces muertos, en su mayoría lisas, una especie muy habitual en la zona. Nada más conocerse que el número de peces muertos iba en aumento, la Policía Local avisó a los agentes del servicio de protección de la naturaleza de la Guardia Civil, Seprona, que comenzó a recoger diferentes muestras de agua y de peces para conocer las causas exactas de lo ocurrido.

Desde el Consistorio se explica que en un primer momento se barajan varias explicaciones para esta elevada mortandad de peces en el Iro. A priori se ha descartado que este fenómeno se deba a una contaminación de excesiva gravedad en las aguas del río; también se ha confirmado que no existe ninguna fuga en la Estación Depuradora municipal de El Torno que pudiera haber provocado tales consecuencias.

En ese sentido, los técnicos de Medio Ambiente aseguran que habrá que esperar a conocer «los resultados de los análisis para determinar con exactitud las causas de la mortandad de estos peces». No obstante, ya se barajan algunas causas, que pasan por el vertido que pudiera haber realizado algún particular de un producto tóxico, depositado en la red de pluviales, o bien por la fumigación o riego en los huertos cercanos a la ribera del Iro con algún tipo de producto abrasivo que haya llegado al río a través de la lluvia caída en la mañana de ayer.

Curiosidad y alarma

Una tercera causa de esta mortandad masiva de peces en Chiclana podría ser la falta de oxígeno que padece el agua del propio río, provocada por el bajo coeficiente de mareas que hubo en el día de ayer.

Por último, desde el Seprona se investiga la posibilidad de que algún pescador furtivo pudiera haber colocado una red a la altura de las salinas, provocando que los peces murieran al intentar nadar en sentido contrario con poco caudal de agua.

De cualquier forma, y a falta de conocer los verdaderos motivos de la muerte de miles de lisas en el cauce del río Iro, lo cierto es que ayer el Iro se convirtió en el foco de todas las miradas. A media mañana, eran decenas de curiosos y viandantes los que se asomaban a la balaustrada de su cauce para comprobar las tareas de retirada de ejemplares de peces flotando o varado en el fango de marisma que tiene el cauce.

Se da la circunstancia de que hace unos meses las aguas del río chiclanero amanecieron con un color rosáceo, que causó la alarma y que a las pocas horas desapareció de forma natural.