Cuando dormir bajo techo es un privilegio

Dormir bajo un techo se ha convertido en una misión cada vez más complicada para las personas que no tienen hogar. Con la llegada del invierno la situación se torna aún más crítica, ya que pernoctar en la calle resulta poco menos que una odisea para los transeúntes que en un momento dado la suerte o el destino les llevó a abandonar la vida socialmente aceptada.

Para sobrevivir al día a día de la manera más digna posible cuentan con la ayuda de las organizaciones benéficas -El Salvador, Cáritas, Cruz Roja y otras ONGs- además de la Delegación municipal de Servicios Sociales, a la hora de conseguir alimentos y encontrar una cama para pasar la noche.

Jerez no es una excepción ya que, aunque no existe ningún censo oficial, las distintas organizaciones que trabajan con los sin techo calculan que una treintena de personas están en esta situación, mientras que otra cincuentena son los denominados sin hogar, es decir que no viven en la calle porque agudizan su ingenio para dormir en algún inmueble que no es de su propiedad. En la ciudad sólo existe un albergue municipal con 25 plazas disponibles, por lo que resulta insuficiente para acoger a los aproximadamente treinta sin techo reconocidos, que como mucho pueden pasar tres días consecutivos en estas dependencias públicas. No obstante, el plan invernal activado el pasado 1 de diciembre y que es habitual cuando cada año llega el periodo más frío, les permite alojarse durante tres meses de manera ininterrumpida en unas dependencias habilitadas para la ocasión que cuenta con doce camas.

En todo caso, la demanda de más plazas en el Albergue municipal ha sido objeto de batalla por parte del colectivo de sin techo desde hace varios meses, contando con el apoyo de diversas organizaciones sociales y políticas de la ciudad.

Incluso, según ha podido saber LA VOZ, existe una iniciativa social y sin ánimo de lucro, promovida por una conocida hermandad de la ciudad, que cuenta con la colaboración y el apoyo de otros colectivos, para buscar una solución alternativa que pudiera acoger a los sin techo de manera permanente en otro inmueble habilitado.

Aunque hace estasos días la alcaldesa, Pilar Sánchez, anunció que el Presupuesto de Bienestar Social e Igualdad aumenta para el próximo 2009 en un 9,6%, hasta alcanzar los 8,6 millones de euros, lo cierto es que no hay ninguna partida que contemple la contemple el proyecto de construcción del nuevo albergue, pese a que se anunció hace más de dos años.

Comparativa nacional

La situación de los transeúntes jerezanos es similar a la que viven en otros municipios personas en idénticas circunstancias vitales, aunque no se puede decir lo mismo en lo que se refiere a la prestación de servicios, ya que desgraciadamente Jerez se encuentra a la cola en número de camas disponibles, cotejando sus datos con los de otras dieciséis ciudades españolas que han sido objeto de un estudio por parte de Consumer Eroski.

De hecho, de las dieciséis poblaciones pulsadas sólo el albergue municipal de Pamplona cuenta con el mismo número de plazas- 25-, aunque en la capital navarra existen otras dependencias similares para acoger a transeúntes.

En cambio, muy lejos queda el número de camas que ofrecen las principales ciudades de España, como Madrid o Barcelona, que superan las doscientas plazas, aunque Valencia es la que más aforo posé con 457 en cuatro albergues de régimen concertado. Otras poblaciones andaluzas, como Córdoba o Granada, doblan e incluso triplican su alojamiento respecto a las dependencias jerezanas.

Un aspecto también significativo es el límite de estancia permitida, ya que en la ciudad es de sólo tres días, mientras que en otros albergues españoles, como ocurre en Barcelona, Granada, Málaga u Oviedo, pueden prorrogarla indefinidamente.

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