Leo Messi, patrimonio del fútbol
Vivimos tiempos en los que la persona legal, respetuosa, decente y cívica acaba siendo castigada impúnemente por el delincuente, mal educado, cafre y chorizo. Temes por ciertos lugares a ciertas horas, no darle dinero a una persona que se sitúa junto a tu coche cuando aparcas porque podría hacerle algo si no accedes a su petición o bailar en una discoteca por si acaso te chocas levemente con alguién y éste acaba pegándote una somanta de palos. Y claro, todo ese legado de la sociedad se traslada a todos los aspectos, incluido el deporte.
Actualizado: GuardarPor eso me da mucha lástima ver cómo algunos defienden la actitud de los jugadores del Real Madrid cosiendo a patadas a Messi. Si aplicamos el todo vale para lograr el resultado, terminaríamos convirtiendo el espectáculo en una selva. Secundo completamente las palabras de Sacchi en Com Ràdio. «No me gustó el árbitro. Messi es un patrimonio del fútbol mundial y cuando al principio tres o cuatro jugadores le entran duro, enseguida el árbitro tenía que haberlo parado. Todo el mundo debe entender que no puedes quitar a un jugador como Messi porque matas el espectáculo y la alegría de toda la afición».
Mientras que unos se preguntan si ya han ganado la Liga y otros intentan no hundirse anímicamente para afrontar de nuevo el juntos podemos, tiene que ser una persona que se encuentra a miles de kilómetros, en su casa de Italia, la que ponga un poco de cordura entre tanto forofo descontrolado.
El principal activo que tiene el fútbol son los futbolistas. Y no cualquier futbolista, sino el que hace cosas distintas, el que tiene condiciones innatas para manejar la pelota, para regatear, para frenar, para disparar con precisión. El que provoca que los corazones de la plebe se agiten. Y hoy día sólo unos elegidos lo consiguen. Por eso desde aquí pido encarecidamente que protejan a Messi, una especie protegida. deportes@lavozdigital.es
