Un grupo de turistas chinos llega al aeropuerto de Songshan, en Taipei (Taiwán), una vez restablecidas las conexiones con China por aire y mar. / Efe
normalización de lazos

China y Taiwán se acercan al retomar las conexiones directas de transporte después de 60 años

El acuerdo impulsará la cooperación económica y propiciará el entendimiento político

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Taiwán y China han inaugurado el transporte aéreo y marítimo directo, que pone fin a seis décadas de prohibición, gracias a los históricos acuerdos sellados en la isla el pasado cuatro de noviembre. El histórico inicio de conexiones directas de transporte debe servir para impulsar la cooperación económica y propiciar el entendimiento político entre dos antagonistas.

La inauguración del transporte directo entre Taiwán y China simboliza "el inicio del entendimiento y el fin del enfrentamiento", y potencia la competitividad internacional de la isla, declaró hoy el presidente taiwanés, Ma Ying-jeou, en el puerto de Kaohsiung.

El presidente taiwanés, Ma Ying-jeou, ha señalado la transcendencia histórica de los lazos directos, en una ceremonia inaugural celebrada en el puerto sureño de Kaohsiung.

Los empresarios taiwaneses verán recortados sus gastos y el tiempo empleado en viajes, y la isla ahorrará unos 130 millones de dólares anuales en transporte, según cálculos oficiales.

La apertura del transporte directo llega cuando el ambiente de inversiones en China ya no es tan beneficioso para los taiwaneses, tras reformas de las leyes laborales y medioambientales que encarecen los costos. "Los lazos directos facilitan que los empresarios isleños mantengan sus raíces en Taiwán", ha apuntado el mandatario, que ha lanzado una política de expansión de la demanda interna y busca atraer inversiones para combatir el declive económico.

La oposición cuestiona el acuerdo

La oposición, que no alberga una visión tan positiva del acercamiento económico y civil a China, advierte de que se está comprometiendo la soberanía de la isla por beneficios económicos inciertos.

En el plano político, las opiniones en Taiwán están divididas, aunque todos están de acuerdo en que el inicio de las conexiones directas favorece la unificación con China. "Si este impulso continúa, en 20 a 25 años se logrará una unión entre China y Taiwán, en un marco similar al de la Unión Europea", ha explicado el ex director del Instituto de China, Juan Hung-hui.

Las grandes empresas isleñas con inversiones en China, en su mayor parte de tecnología media o alta, recortarán sus costos y ampliarán la movilidad de su personal con los lazos directos, con sensibles beneficios. También permitirán a las empresas internacionales operar a ambos lados del estrecho de Formosa, desplazar personal de un lado a otro, utilizar las ventajas comparativas y cooperar con empresas taiwanesas para penetrar en el mercado chino.

Los bancos y empresas financieras taiwanesas ya están preparando una fuerte expansión en China, y la isla espera la llegada de cientos de millones de dólares en inversiones chinas, para la Bolsa y sus proyectos de infraestructura. China lleva años impulsando el contacto directo para impedir que la actual brecha cultural y social con la isla se haga insalvable e impida una futura unificación.