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Muerte en 'prime time'

Una televisión británica emite un documental que recoge el suicidio asistido de un enfermo terminal en una clínica suiza

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La televisión británica Sky mostró en la noche del martes fragmentos de un documental más extenso del director John Zaritsky en el que los espectadores pudieron ver la muerte de Craig Evert, un estadounidense de 59 años, tras ingerir voluntariamente una bebida letal que le dieron en un hospital de Suiza.

La viuda de Evert, Mary, explicó ayer en el diario The Independent que el objetivo del documental es mostrar el conjunto del proceso de suicidio asistitido y ayudar a personas en situación similar a la de su marido, que estaba paralítico por una enfermedad neuronal motora degenerativa, a «encarar sus temores».

Organizaciones opuestas a la eutanasia o al suicido asistido denunciaron el programa como un intento cínico de aumentar las audiencias. Lady Finlay, una profesora de cuidados paliativos, declaró que «el programa perpetúa el mito de que, para tener una buena muerte, tienes que terminar con tu vida, lo que es absolutamente falso».

El director del documental, Zaritsky, explicó a la BBC que eliminar la escena de la muerte sería una traición de su trabajo, que filma todos los pasos que fue dando Evert para lograr su meta de poner fin a su vida: «Creo que no sería honesto si hiciésemos una película sobre todo el proceso de suicidio asistido y no se puede ver el momento último. Se nos podría acusar de que la muerte fue desagradable o cruel o incluso de que no se hacía de manera voluntaria».

La emisión del documental llegó en el mismo día en el que un juez inglés confirmó la decisión de la fiscalía del Estado de no presentar cargos contra los padres de un joven jugador de rugby al que ayudaron a viajar a la misma clínica suiza para poner fin a su vida, como era su deseo.

Los padres de Geraint Williams, de 23 años, que jugó como internacional en equipos juveniles de Inglaterra y quedó paralítico del pecho para abajo como consecuencia de un accidente en un partido, no quieren hacer campaña en favor del suicidio asistido y dicen que no habrían ayudado a su hijo si hubiese estado en condición de viajar solo a Suiza. Pero no podía, había intentado quitarse la vida cuatro veces y, finalmente, los padres accedieron a ayudarle. Le acompañaron a la clínica del país helvético, donde murió de la misma manera que Evert, mediante la ingestión de un líquido. El juez que vio el caso les dijo, en su conclusión: «Nada de lo que yo diga aliviará su pena. Por favor, acepten mi pésame».

El suicidio no es ilegal en Inglaterra y Gales, pero sí es ilegal ayudar a su comisión. Sin embargo, cien británicos han fallecido ya en la clínica Dignitas y no se ha producido ningún proceso judicial contra nadie.

En esas circunstancias, el primer ministro, Gordon Brown, respondió en el Parlamento a una pregunta sobre estos casos. Su intervención se centró en la necesidad de que los medios de comunicación sean cuidadosos a la hora de emitir y tratar este tipo de asuntos. Un ente supervisor de la radiotelevisión británica, Ofcom, analizará ahora el contenido del programa de Sky para ver si se ajusta a las guías acordadas.