Un ambiente impropio
Actualizado: Guardaryer fue un día extraño en Carranza. Apenas mil personas acudieron al estadio. Además, los ánimos brillaron por su ausencia. Sólo se escuchaban gritos individuales criticando a algún jugador o al árbitro. Y ni siquiera los goles amarillos animaron al respetable. Una prueba de que la Copa Federación no ha calado en el cadismo.