El sueño de la estabilidad contra las matemáticas
El imaginario popular ha consagrado la figura del funcionario sin distingos. A todos les atribuye un horario cómodo, unas responsabilidades escasas, una estabilidad laboral a prueba de bombas y crisis, un número ilimitado de puentes o festivos... la felicidad del proletario en tiempos de pánico para el asalariado común.
Actualizado: GuardarSin embargo, la lógica y la experiencia señalan que los tópicos tienen infinitos matices y, sobre todo, que las matemáticas frenan a los que quieren acceder a ese falso paraíso. El Ayuntamiento de Cádiz tiene en la actualidad una plantilla que ronda los 1.100 funcionarios, según un recuento oficial hecho este mes. Es decir, son casi tantos como personas aspiran a entrar en ese colectivo el próximo 22 de diciembre.
La administración mu-nicipal gaditana admite, con la boca pequeña para que los sindicatos no acechen, que durante los próximos años ese número va a crecer a un ritmo muy bajo, casi inapreciable.
El recorte de ingresos propiciado por la recesión obliga a disminuir el ritmo de los concursos-oposiciones.
Si a ese dato se añade que la mitad de las plazas quedan reservadas para interinos con puntos, la posibilidades de aprobar e ingresar a finales de este mes se reducen a una entre 200. El sueño de ser funcionarios, para muchos, va a ser largo.
