Opinion

Alto riesgo

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El enfrentamiento deportivo que tendrá lugar hoy en el «Velodrome» de Marsella entre el Atlético de Madrid y el Olympique estará ensombrecido por el clima de crispación que los ultras del club francés han promovido en respuesta a la condena a tres años y medio de prisión por desórdenes públicos impuesta al radical Santos Mirasierra. Los responsables del club marsellés y las fuerzas de seguridad se enfrentan a un intento de provocación y de convertir un partido de fútbol en un escaparate para sus consignas radicales; porque la decisión de los de ultras marselleses de transformar el acontecimiento en un «combate por la liberación» de Mirasierra indica una voluntad de trasladar a la calle la cólera de una minoría. Pero la posibilidad con que han contado las autoridades de adoptar toda clase de precauciones y neutralizar a los violentos, debe ser suficiente para cortar de raíz el menor intento de asociar fútbol y violencia.