Las zambombas toman Jerez en el puente festivo

Qué mejor que disfrutar del puente de la Inmaculada -o de la Constitución, según se mire- saboreando unos pestiños y una copita de anís rodeado de amigos y buen ambiente. Es lo que este fin de semana han hecho miles de jerezanos y visitantes que han llenado bares, asociaciones, salas de fiestas y hermandades para participar en las tradicionales zambombas. Lo único que hace falta es saberse la letra del Marinerito Ramiré y tener muchas ganas de pasarlo bien.

Entre la veintena de zambombas convocadas por toda la ciudad destacó, como en años anteriores, la de la Hermandad de la Soledad, que se celebró en el Bodegón Las Cocheras. Como en cada edición, la fiesta de La Soledad se prolongó desde el mediodía del sábado hasta la madrugada del domingo. Tampoco se quedaron detrás en la Hermandad de la Exaltación, de la Parroquia de Las Viñas, que convocó a hermanos y vecinos en la plaza de La Vid. Allí, entre buñuelos y buen humor, se marcaron unos bailes con el arte propio de las fechas y de la tierra.

Solidaridad

También hubo dulces y villancicos en la tradicional zambomba que celebraron los bares de la plaza Rafael Rivero (junto a la calle Tornería) el pasado sábado, donde lo recaudado en una de las barras estaba destinado al colectivo Hogar La Salle Jerez, porque la diversión no está reñida con la solidaridad.

Pero el itinerario de las zambombas de este fin de semana no terminó, ni mucho menos, en este punto, sino que el que quiso seguir la fiesta tuvo mucho donde elegir. Entre otras, se celebraron la zambomba de la Hermandad de la Defensión (en el bar A lo nuestro), la de La Clemencia (en su casa de hermandad desde el mediodía), la del Transporte (también en su casa pero por la noche), la de la Hermandad de La Yedra (en el gimnasio del colegio Oratorio Festivo), la del Mesón La Canela (en la rotonda Michelín), la de la Asociación Cultural Flamenca Luis de la Pica (en el colegio Luis Vives, por la noche), la zambomba del restaurante Tendido 6 o las respectivas fiestas navideñas de las barriadas Estancia Barrera (en la calle Tío Juane) y Federico Mayo (en la plaza de San Rafael).

En las zambombas jerezanas, como es natural, hubo cabida para todos los públicos, para los mayores y para los más pequeños, que pudieron aprender letras de composiciones villanciqueras tradicionales en la ciudad como El río de Cartuja, Calle de San Francisco o Estando un curita. No faltó en ninguna de estas citas el instrumento por antonomasia, la zambomba, con su cubo de agua al lado para que suene mejor, las panderetas de piel de conejo y las buenas palmas.

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