UNA FÁBULA

El rey negro y los ocho renos

Imaginen un rey mago. Me basta con uno, no me vengan con tres. Si a los americanos, con todo lo consumistas que son, les sobra con un tipo gordo que pilota ocho renos sobre las nubes, ¿qué no haremos nosotros, reserva espiritual y moral de occidente, con un abnegado monarca acostumbrado a la dura vida del desierto? Ya que elijo yo, escojo al rey afrodescendente. Que mola más.

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A este rey le voy a pedir un par de cosas. Es un mago, así que debería ser sencillo para él, por ejemplo, encontrarle un trabajo a esas 143.549 gaditanos que no lo tienen y que están apuntados a las listas del paro. O por lo menos, lo pido para todos los que quieran tener un empleo, porque para los otros ya tienen regalo más que suficiente al llevarse los euros de los demás.

En segundo lugar, le pido que, ya que estamos, sea un buen empleo. Dicen que los gaditanos somos los que menos cobramos, los que más horas pasamos, los que menos productivos salimos, los que cuentan con las peores condiciones laborales y los que menos cotizamos porque nuestra jornada laboral es de 12 horas, pero sólo pagamos a la Seguridad Social por dos (y así la empresa se ahorra un pico que dice que lo destina a pagarnos más cuando todos sabemos que no, que se lo ahorra todo). Así que un empleo de los de verdad de la buena. Ni que decir tiene que fijo.

Pido también para las empresas. Me refiero a las buenas, que son muchas más de las pensamos aunque siempre salgan las malas. Para que puedan desarrollarse, para que no les desbarate los presupuestos ese alquiler que tanto ha subido por la especulación, para que no tengan que rellenar cien volantes distintos a la hora de pedir una ayuda, pasar un trámite administrativo o reclamar un crédito, para que las ayudas y los créditos sean tan de verdad de la buena como los empleos que pedimos, para que lleguen a todos y no a unos pocos, para que veamos el día en que no hagan falta ayudas ni créditos.

Pido un montón de cosas. Lo sé. Un solo rey mago no podrá con todo ello. Ni tres. Ni un gordo y sus ocho renos.

Será mejor que me ponga a trabajar.