CRÍTICA DE TV

Cervantes

Si quieres tener una industria, es crucial contar con buenas herramientas. Por eso, para el buen desarrollo y fomento del negocio con la lengua española no basta con disfrutar de grandes escritores en ediciones accesibles. Un claro motor son los cursos de idiomas, que crean nuevos consumidores en distintos formatos. En el principio fueron los manuales escritos, para las clases presenciales o no. Luego aparecieron los discos, los casetes ,el vídeo y ahora el DVD e Internet.

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Curiosamente, nuestros grandes agentes de la lengua en el mundo, el Instituto Cervantes y la televisión publica con su canal internacional, no contaban con la herramienta precisa, que por fin se anuncia que estará disponible en enero. Siempre hubo buenas intenciones, pero tardíos resultados. Con Fernando Rodríguez Lafuente al frente del Cervantes me tocó la suerte de negociar la operación desde la pública. El primer obstáculo fue que el método de enseñanza se estaba cambiando. Pero se firmó el convenio para hacer la producción, y el encargado de la metodología, el profesor Marcos Marín, embarcó a una serie de expertos de la Universidad de Alicante. En TVE también había gente con solvencia, como Íñigo Irizar y León Urzaiz, que había preparado en su día el último método audiovisual que se llamó Viaje al español.

El curso audiovisual para televisión e Internet pondrá las cosas mucho mas fáciles a los nuevos estudiantes de cualquier parte del mundo, con herramientas de generación digital. Sólo las matriculaciones, mas allá de la venta de libros o dvd, financiarán este modelo, como ya demuestra desde hace tiempo That's English, el método BBC, para lo que cuenta con una división especializada.

Bienvenida sea pues la nueva herramienta para la comunicación y el negocio en español. Pero esta herramienta ha tardado en llegar casi una década. Una llamada de alerta para que las administraciones públicas no se duerman cuando se trata de acciones en las que cultura e industria se juegan su negocio en el mundo.