El Ministerio de Igualdad cifra en 400.000 el número de mujeres maltratadas

Es una estimación, un cálculo derivado de la última encuesta realizada por el Instituto de la Mujer en 2006, pero sigue provocando escalofríos; unas 400.000 mujeres sufren hoy en España violencia de género a manos de sus maridos, novios o ex, sea en forma de maltrato físico o cerco psicológico. En lo que va de año han muerto a manos de sus verdugos entre 57 y 61, según si el cálculo lo hace el Ministerio de Igualdad o las organizaciones feministas. Demasiadas, en todo caso.

A todas ellas, las que aún padecen este infierno doméstico y las que han sucumbido a él, se les dedicó ayer un sinfín de eventos y declaraciones por el Día Internacional contra la Violencia de Género. En el acto central, celebrado en el Instituto de la Mujer, la ministra de Igualdad, Bibiana Aido, repasó los contornos del fenómeno en la España de hoy: 400.000 maltratadas, 57 muertas, de las cuales el 71,2% no habían denunciado, apenas unas 80.000 denuncias el año pasado, y casi 1,5 millones de españolas mayores de edad maltratadas alguna vez a lo largo de toda su vida. Una tendencia en los últimos tiempos es la progresiva 'extranjerización' del maltrato.

En lo que va de 2008, el 45,6% de las mujeres asesinadas y el 40,4% de sus asesinos eran extranjeros. Estos porcentajes se han triplicado en los últimos años y prueban la vulnerabilidad extrema de aquellas mujeres que, por su situación administrativa y familiar en país ajeno, «tienen más dificultades para romper con el agresor», subrayó. Para este colectivo, el Gobierno prepara medidas específicas. Pese a ello, Aido quiso lanzar un mensaje optimista a quienes sufren ese infierno. De ahí también han escapado muchas mujeres. «Hay esperanza, de los malos tratos se puede salir», recalcó.

En su intervención la ministra transmitió «la solidaridad y el apoyo expreso» a la lucha contra la violencia de género manifestado por la Reina con motivo de la efeméride, y reclamó el compromiso activo de toda la sociedad para apoyar a las víctimas y cercar a los maltratadores. «No basta el rechazo cuando la violencia ya se ha producido, hay que adoptar una posición crítica activa para prevenir la violencia y mostrar a los violentos que la sociedad española no consiente estas conductas ni admite ya justificaciones».

Silencio cómplice

Frente a este tipo de violencia retrógrada e injusta, el silencio resulta «cómplice». «No podemos ser neutrales. Todas y todos somos responsables», apostilló.

El Partido Popular, por boca de su secretaria general, Mª Dolores de Cospedal, reclamó al Ejecutivo planes específicos para colectivos femeninos especialmente vulnerables, los de menos recursos económicos, las mujeres discapacitadas y las inmigrantes. También, «un plan firme, exigente y decidido para procurar empleo a las mujeres maltratadas».

Los colegios de enfermería se comprometieron a formar en la identificación de estos casos a los 240.000 profesionales existentes en España. Los proyectos desarrollados hasta ahora han dado resultados «espectaculares», según un responsable de la organización.