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¡Alerta, niños en casa!

Extremar la precaución en nuestro domicilio es lo más efectivo para evitar accidentes. Una vez ocurridos, hay que saber reaccionar ante introxicaciones, quemaduras y cortes

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La escena es de las que tocan la fibra a padres y abuelos. El hallazgo de un niño en la cocina haciendo el gesto de beber de una botella de lejía que sostiene alegre entre las manos, o verlo jugando despreocupadamente con un afilado cuchillo genera, además del consabido susto, tanto una incómoda desazón como un agrio sentimiento de culpa: nos preguntamos cómo ha podido ocurrir, cómo ha podido acceder el niño a estos objetos cuyo enorme peligro desconoce. ¿Qué descuido, menos mal que no ha pasado nada!

Pero el problema es que a veces pasa, y que lo que pasa es un accidente con todas las de la ley. Y que la responsabilidad última, casi siempre, es de los adultos. Aunque la mayoría de los accidentes se atribuyen a causas fortuitas, según los expertos, buena parte de ellos pueden vincularse a la temeridad y las distracciones. En España se registran una treintena de accidentes domésticos infantiles cada hora. Los hogares (lugar en el que con mayor frecuencia se producen accidentes entre los menores de cuatro años) son cada día más seguros, pero los niños también se topan con una cantidad creciente de objetos que pueden lesionarles, sobre todo cuando comienzan a gatear y andar. De ahí el elevado porcentaje de ingresos hospitalarios que se registra en nuestro país entre los menores de un año, casi el 7% del total, según un informe elaborado por el Ministerio de Sanidad y Consumo en 2007.

Las épocas del año en que se produce una mayor incidencia de percances domésticos son las vacaciones de Navidad, junto con las de Semana Santa y verano. Cuando apenas faltan unos días para disfrutar del puente de la Constitución y poco más de un mes para que los más pequeños den un respiro a sus cuidadores en las guarderías, tanto padres como abuelos o responsables de su seguridad deben extremar las precauciones en casa, con especial atención (tal y como llevan años insistiendo los especialistas en CONSUMER EROSKI) a los enchufes, repisas de la terraza, superficies deslizantes, aparatos eléctricos, mesas de cristal, botellas de detergentes y fármacos. Por su parte, el Instituto Nacional de Consumo invita a que niños y mayores jueguen a Teo y Bea (http://www.consumo-inc.es/juegos/teo_y_bea/), un programa que educa sobre los peligros en el hogar, el patio del colegio, las canchas de deportes y otros espacios de ocio.

Los rincones y los objetos que pueden hacer que el menor sufra un percance en casa son numerosos. Por eso hay que tomar precauciones, aunque no se trata de coaccionar o sobreproteger al niño, sino de garantizar su seguridad y tranquilidad. Los accidentes domésticos infantiles más habituales son:

INCENDIOS Y QUEMADURAS

Los estudios sobre mortalidad infantil revelan que los incendios son la segunda causa de muerte en menores de cuatro años por detrás de los accidentes de tráfico, y la tercera entre los 5 y los 14 años. La manipulación de mecheros y cerillas está en el origen de muchos de estos accidentes. La curiosidad de los más pequeños, la repetición e imitación de las conductas de los mayores y la dificultad para comprender las consecuencias de sus actos, así como la dificultad de escapar de un incendio cuando éste ya se ha producido hacen que los niños menores de cinco años sean víctimas frecuentes del fuego. Pero las quemaduras no sólo pueden producirse en la cocina, que es la estancia más peligrosa para los niños. Las precauciones más elementales pasan por:

-Evitar que los mangos de sartenes y cazuelas sobresalgan de las placas.

-Adoptar precauciones durante el baño. La piel de los bebés es delicada y el agua demasiado caliente puede causar quemaduras.

-Utilizar fuentes de calor con termostato que se apaguen cuando alcancen la temperatura indicada.

-No usar estufas de gas en zonas que no alcancen los seis metros cuadrados, ni en sótanos. Hay que procurar una buena ventilación y apagar la estufa cada hora, hasta que el aire se haya renovado.

-Solicitar una revisión técnica de todos los aparatos que proporcionan calor y agua caliente.

-No colocar sobre aparatos eléctricos recipientes o jarrones con agua, macetas ni objetos sintéticos.

-No ocultar cables debajo de alfombras ni sofás.

ELECTRICIDAD

Los enchufes y cables eléctricos son peligrosos, por eso los adultos deben tomar una serie de medidas de protección:

-Instalar un interruptor diferencial (ICP). Se trata de un mecanismo de protección de circuitos que detecta una desviación del voltaje y corta la corriente. Cuesta alrededor de 100 euros.

-Proteger todos los enchufes de la casa con placas de plástico. Éstas impiden que los niños metan los dedos en los enchufes. Un paquete de diez unidades cuesta menos de diez euros.

-No conectar numerosos aparatos en un mismo enchufe, aunque sean de bajo voltaje.

-No se pueden colocar enchufes y aparatos eléctricos sobre bañeras y duchas. La distancia de prohibición es de 2,25 metros. Hasta un metro de distancia de la bañera está prohibido colocar interruptores.

CORTES

La mejor manera de mantener a los niños apartados de los objetos cortantes es:

-Guardar fuera de su alcance los objetos punzantes como tijeras, agujas y cajas de costura.

-Esconder la caja de herramientas y guardar las pilas.

-Instalar cierres de seguridad en los cajones de la cocina donde se guardan los cubiertos.

INTOXICACIONES

La principal causa de siniestralidad infantil en el hogar son las intoxicaciones. La mayoría se originan de forma accidental. Según el Instituto Nacional de Toxicología (INT), los principales productos implicados en intoxicaciones de menores son los medicamentos, seguidos de cerca por los productos de limpieza y los cosméticos. Según las estadísticas, son los niños de hasta tres años los que más intoxicaciones sufren. A partir de esa edad, el número de intoxicaciones disminuye, para volver a percibirse un ligero incremento hacia los 14 años.

CAÍDAS Y GOLPES

Se encuentran entre las causas más frecuentes de traumatismos infantiles en el hogar. De ahí que cuando los niños sean pequeños y duerman aún en la cuna haya que extremar la precaución de mantenerla acolchada e instalar protectores.

-Si hay escaleras en la vivienda, coloque barras de protección.

-Instale topes en las puertas de las salas principales.

-Quite las sillas cercanas a las ventanas o balcones y evite acumular bajo las ventanas elementos bajos (cajas, camas, etc.).

-Eleve las barandillas si no superan la cintura de una persona adulta.