Artículos

Bartolomé Llompart

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Días pasados, hablábamos de la gracia fina gaditana, que no molestaba a nadie y que, poco a poco, se va perdiendo. De hecho, citábamos algunas anécdotas de las muchas ocurridas en nuestra ciudad. El pasado día 19 de noviembre se cumplieron 25 años de la muerte de un sensacional periodista -y mejor persona- como fue Bartolomé Llompart.

Nació Bartolomé Llompart en Cádiz y aquí cursó sus estudios, primero en San Felipe Neri. Más tarde, desarrolló su labor como periodista, compartiéndola con su puesto de funcionario de la Caja de Ahorros de Cádiz. Empezó en la desaparecida Información del Lunes, que la sustituyó La Hoja del Lunes, pasando a Diario de Cádiz. Fue también presidente de la Asociación de la Prensa.

La categoría y calidad de este hombre sería difícil de igualar. El gracejo y gracia fina de Cádiz la emanaba en aquellos artículos que escribía. Por recordar uno de esos artículos, hubo uno que recordaré siempre por aquello del habla de los gaditanos. Decía que iba en un autobús público y, al parar en el paso de peatones, de la Avenida del Puerto, sobre las seis de la tarde, caminaban una ingente cantidad de hombres que salían del muelle con destino al centro de la ciudad.

Iba en el autobús un matrimonio que le causó sorpresa ver tantas personas en la misma dirección y procedencia. Se sorprendieron y preguntaron a qué era debido. A lo que contestó un gaditano que viajaba en el mismo autobús: La gente er dique najando pá entro. Todavía fue más sorpresa para los forasteros la frase, que un señor les aclaró. «Es el personal de la factoría de Matagorda que vienen en vapor procedente de su trabajo».Era el tipo de artículo que solía hacer en la prensa y que tanto gustaba a los gaditanos.