EL FORO

Vida activa

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En el llamado tercer mundo, en las tribus más primitivas se mantienen tradiciones ancestrales. Algunas pueden parecernos bárbaras y anacrónicas, sobre todo si tienen que ver con el sacrificio sangriento de animales o la desfiguración del cuerpo por mor de extraños cánones de belleza que nos resultan incomprensibles. Pero en todos esos lugares recónditos del planeta, allí donde la civilización occidental no ha llegado, son escrupulosos con la Ley de Vida, que dice que los años significan experiencia, sabiduría. Esos años y esas vivencias convierten al más viejo de la tribu en el jefe del grupo. A él se recurre para escuchar un consejo, para tomar una decisión que afecte a la comunidad, para saber qué hacer ante un dilema. Y resulta que en nuestra avanzada sociedad todo lo que huela a viejo significa inutilidad y estorbo. Estamos tan equivocados al desterrar al mayor por considerarlo prescindible. Es injusto relegar al ostracismo a tanta gente valiosísima, rica en experiencia vital, la más necesaria para enfrentarse día a día con la aventura de vivir. ¿Cómo podemos admitir que la vida laboral de alguien concluya a los 48 años? ¿Cómo se puede considerar razonable un expediente de regulación de empleo que contemple prejubilarse a esa edad? Es vergonzoso que una empresa como Telefónica, multinacional y con enormes dividendos, plantee sacudirse personal con estas jubilaciones precoces. Y es inconcebible que nuestra legislación lo permita. El ministro del ramo se ha manifestado en contra, bien por él, pero debería ponerse manos a la obra para cambiar la Ley y evitar que ampare tropelías así. Teniendo en cuenta cómo es nuestra sociedad a menos que el prejubilado decida crear su propio empleo y animarse a figurar en el cuadro de autónomos, grandes sufridores de este país, el camino que le espera es el de Los lunes al sol. Para muchos, ése será un camino paralelo a la depresión porque ¿qué hacer siendo tan joven y dejar de ser activo, ser apartado de la sociedad? Desde esta modesta tribuna reivindico la virtud de la experiencia. Cumplir años es Ley de Vida y todos deberíamos respetarla.