Jerez

Una enfermedad no reconocida

Tratar de normalizar la situación de Juan Pedro González es el gran objetivo de los que trabajan con él. Toni Guillén, educador social del comedor El Salvador (Hermanas de la Caridad), es quien más de cerca sigue su evolución y se preocupa por procurarle mayor dignidad a su vida: «Ahora es cuando verdaderamente hemos podido empezar a trabajar con él, una vez que lo tenemos controlado. Lo primero era que no estuviese en la calle, sobre todo teniendo en cuenta sus circunstancias. Y ahora es la temporada más larga sin que le dé ningún brote».

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Pero el gran problema que ha surgido con su caso es que la negativa del SAS a reconocer que se trata de un enfermo mental, algo que ayudaría a incrementar considerablemente las ayudas que recibe. ¿Por qué se está medicando entonces? ¿Y por qué ha estado ingresado en diferentes centros de salud mental?, se pregunta Guillén con razón. Cinco minutos de conversación con él bastarían para certificarlo.