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Hamás dice haber tenido contacto «secreto» con el equipo de Obama

El presidente electo de EE UU manifestó que sólo dialogará si renuncian al terrorismo

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Según un destacado dirigente del movimiento palestino Hamás, asesores del entones candidato Barack Obama viajaron a Gaza el pasado mayo. El diálogo compromete al nuevo presidente de Estados Unidos, que aseguró que sólo dialogaría si Hamás renunciaba al terrorismo.

Barack Obama podría haber dado ya el primer paso para romper con las políticas de George W. Bush en Oriente Próximo y, al parecer, podría haberlo hecho incluso antes de su victoria en las urnas el pasado 4 de noviembre.

El consejero político del líder de Hamás en Gaza, Ahmed Yussef, confirmaba ayer a ABC que dirigentes de la organización islamista mantuvieron el pasado mayo una reunión «secreta» en la franja de Gaza con «una delegación» de asesores del entonces candidato a la Presidencia de Estados Unidos, y que los «contactos continúan» tras el triunfo del senador de Illinois. «Hablamos con gente muy próxima a Obama», precisó.

Según Yussef, el equipo norteamericano se comunicó con Hamás via email, y luego viajó a Gaza, donde pidieron discreción sobre el encuentro para evitar que fuera utilizado como arma en las primarias por la demócrata Hillary Clinton, y en la carrera presidencial por el rival republicano, John McCain.

Acerca de las conversaciones, el alto funcionario de Hamás -que domina la franja desde junio de 2007-, rehusó dar detalles, y sólo mencionó que están relacionadas con la intención de Obama de practicar un «acercamiento» a los problemas de la región. Incluida en el listado de organizaciones terroristas del Departamento de Estado norteamericano, Hamás fue condenada por el actual presidente de Estados Unidos George W. Bush al aislamiento diplomático y financiero, -que aplican Israel y el resto de Occidente-, después de que ganaran las generales palestinas de 2006.

El supuesto diálogo con el entorno de Barack Obama constituiría, pues, el primer signo de aproximación en años y, daría sentido a la abierta apuesta por el demócrata que los islamistas han expresado desde abril. «Nos gusta el señor Obama y esperamos que gane las elecciones», declaraba ya entonces Yussef. La pasada semana, el jefe supremo de Hamás, Jaled Meshal, no ocultaba su satisfacción al saludar el triunfo de su favorito y ofrecerse a hablar con él.

Los contactos

Los contactos desvelados por Hamás amenazan, no obstante, con comprometer al electo presidente estadounidense. En plena campaña, ante las críticas a sus primeros anuncios de entablar diálogo directo con Hamás, además de Irán o Siria, Barack Obama se vio obligado a precisar que no negociaría «con un grupo terrorista determinado a destruir Israel».

«Sólo nos sentaremos con Hamás si renuncian al terrorismo», llegó a proclamar ante un grupo de líderes judíos en la ciudad de Filadelfia (Pensilvania). Sin embargo, en mayo, uno de los consejeros de Obama sobre Oriente Próximo, Rob Malley -probablemente, una de las personas que contactó con Gaza- desapareció fulminantemente de su equipo después de que el diario Times filtrara que esos encuentros con los palestinos ya habían comenzado.

Pero el acercamiento a Hamás podría no ser el único realizado por el presidente electo. El director general del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA), Mohammed El Baradei, aseguró ayer en Praga que Barack Obama ya le ha dado su «apoyo para involucrar a Irán en un diálogo directo con Estados Unidos», lo que pondría también fin al boicot de George W. Bush al régimen de Teherán.