«Sólo me muevo de este edificio si me garantizan más espacio»

El catálogo de proyectos para el Doce no para de engordar. La Facultad de Medicina que se levantará junto al nuevo hospital podría sufrir una redimensión y terminar convirtiéndose en un campus de Ciencias de la Salud, con Enfermería y Fisioterapia incluidas. La idea ha entusiasmado al director de la Escuela Universitaria, ya que le da una oportunidad de crecer.

-Si la comisión que lleva el proyecto del nuevo campus le pidiera opinión. ¿Qué sugerencias le haría?

-Lo más recomendable sería construir un campus al estilo del de Jerez, con una serie de servicios comunes como cafetería o biblioteca y, por supuesto, seminarios y laboratorios. Así se ahorraría mucho dinero y tiempo. Además, ése es el modelo de los campus actuales y da la posibilidad de liberar espacio para nuevas titulaciones.

-¿Qué condiciones tendrían que tener las nuevas instalaciones de Enfermería y Fisioterapia?

-Sobre todo más espacio, que es el problema que tenemos en el edificio actual -situado frente al Hospital Puerta del Mar-. Esta Escuela nació pequeña, porque a los 130 alumnos que se matriculan al año en Enfermería hay que añadir los 60 de Fisioterapia y los dos seminarios que ocupan ahora estudiantes de Medicina. Para adaptarnos a los requisitos de Bolonia serían necesarios al menos diez seminarios. Un traslado nos da la posibilidad de mantener las mismas matrículas, pero si vamos a estar hacinados no me muevo de este edificio.

-¿Considera necesario hacer un aprovisionamiento de espacio para la ampliación de titulaciones de Ciencias de la Salud?

-Sería muy recomendable, porque la ciencias de la salud están de moda, cada vez son más demandadas las carreras de estas disciplinas y también sufrirán un cambio con el nuevo modelo. El problema es el espacio, no sé si el que ha liberado el Ayuntamiento será suficiente. El edificio del que disponemos ahora estaría preparado para esos requisitos, pero con menos alumnos y sería necesario hacer remodelaciones en los seminarios. Ahora disponemos de dos y habría que ampliar el número a diez. Tenemos ocho aulas compartimentales, pero ninguna más.

-Se está apostando por estrechar lazos entre los hospitales y la Universidad. ¿Cree que esta reordenación de sedes podría facilitar la colaboración?

-Totalmente. El campus único va a mejorar la investigación al tener en el mismo enclave todo lo necesario. Esta estructura sería ideal y con el cambio de modelo se ofrece la posibilidad de mejores proyectos de investigación para Fisioterapia y Enfermería, que ya no son carreras ligeras de tres años. Serán un grado y los alumnos tendrán posibilidad de ser máster y tener un doctorado. Ya estamos trabajando en ese máster.

-Ante la inminente reforma de las titulaciones ¿cuáles son las inquietudes de los alumnos?

-La principal preocupación que tienen es qué va a pasar con sus títulos. Sobre todo me preguntan cómo pueden ser grado, que es el nivel que se consigue cuando la carrera pase de tres a cuatro años. Los Diplomados Universitarios en Enfermería (DUE) pasarán a ser máster si se matriculan en el que tenemos previsto, ése será el escalón. Se trata de un título oficial de la Universidad y ya contamos con el visto bueno del proyecto que se ha presentado y será común a todas las titulaciones de ciencias de la salud. Ahora mi gran preocupación no es la adaptación, es el disponer de infraestructuras para ofrecer calidad.

-¿Confía en que este campus esté listo para el Doce?

-Eso no se lo puedo contestar, no tengo aún noticias del proyecto. Si se quiere y hay dinero estará, porque cuando hay interés y medios sale adelante.

-¿Hay algún compromiso en firme para que la nueva Facultad de Medicina incorpore Enfermería?

-Tampoco tengo noticias. Sé que el proyecto de Medicina es firme, los terrenos están cedidos, se está trabajando en el proyecto, pero para hacer un campus se necesita mucho más espacio y no sé en qué fase está la negociación.

-¿Con cuántos profesores más habría que contar con el nuevo modelo?

-Es difícil de definir. Habría que ver el número de alumnos que se podrían matricular, pero si mantuviéramos las mismas matriculaciones haría falta un 20% más de docentes (23 nuevos). Hay que tener en cuenta que la carga de trabajo no es sólo por las clases teóricas, sino por las prácticas y el Gobierno ya no está consultando sobre este asunto.

emartos@lavozdigital.es