ESTRELLA. Higuaín volvió a ser determinante en el triunfo del Madrid ante el Athletic. / AP PHOTO
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Higuaín manda al Athletic al descenso en un duelo caliente y muy polémico

Schuster dejó a Ramos en el banquillo, los ataques se impusieron a las defensas y el árbitro catalán escamoteó un penalti a los bilbaínos cerca del final

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No tiene las hechuras ni el fútbol del Barça, pero el Madrid suma tanto como los azulgrana y un punto menos que el Valencia tras deshacerse del Athletic en un partido vistoso, intenso, polémico, de idas y vueltas y donde los ataques se impusieron claramente a las defensas. Un duelo caliente en el que cuentan que Schuster celebró con algún corte de mangas dirigido al banquillo vasco el tercer gol y segundo de Higuaín , el mejor del partido junto a Gago y Fernando Llorente.

Había un ambiente extraño en el Bernabéu. La rajada de Sergio Ramos y su suplencia daban que hablar. En el entorno de Schuster aseguraban que el descanso estaba decidido desde el miércoles, pero los malpensados están legitimados para pensar en un castigo. La presencia de Álvarez Izquierdo, el árbitro a quien el técnico alemán acusó de perjudicarle hace un año en Sevilla por el mejo hecho de ser catalán, también provocaba debates. Y el trencilla fue un desastre que al final perjudicó más a los rojiblancos.

El Madrid comenzó bien. Un desajuste defensivo, un fuera de juego mal hecho y una perfecta definición de Sneijder. Poco después, repetición de la jugada y disparo al palo del tulipán. Se gustaban los blancos, sufrían los leones mansos y llegó el segundo tras una jugada magnífica. Robo de Gago, espuela de Van der Vaart, arrastre de Raúl al central y certero tiro raso de Higuaín.

El duelo parecía sentenciado, pero la defensa del Madrid estaba cogida con alfileres, con Salgado y Marcelo desubicados. Extebe aprovechó una mala salida y superó a Casillas. Había partido. Más aún cuando el juez indicó penalti por un manotazo en la cara de Heinze a Llorente e Iraola no tembló en el lanzamiento.

El Madrid salió herido en la reanudación. Y así es letal en su campo. Encerró al temoroso Athletic y empezó disponer de ocasiones. Gago le robó la cartera y le envió enseguida un pase soberbio a Higuaín que fue medio gol. Al parecer, desde el banquillo blanco se celebró con algún corte de manga. Armando se quejó. Caparrós, se hizo el sueco.