Bienvenidos

erez y la Semana Santa forman una fusión indisoluble. Es complicado explicarle a un profano en la materia la trascendencia que tienen las cofradías en una sociedad como la nuestra. Las hermandades son, sin ningún género de dudas, el elemento que más número de personas moviliza en esta ciudad. Cada primavera, cuando llega el Domingo de Ramos, me pregunto de dónde sale tantísima gente, dónde se esconde ese gentío el resto del año. Es la fuerza de la Semana Santa, la fuerza de un acontecimiento que hunde sus raíces en los orígenes mismos del cristianismo y que, por tanto, es ante todo una celebración religiosa, aunque trascienda más allá para invadir los campos del arte, la estética, la cultura, la historia y, en ocasiones, el espectáculo, en el mejor sentido de la expresión. Las cofradías han sobrevivido durante siglos a guerras, persecuciones e, incluso, a la política. Y sobrevivirán a nosotros, a una sociedad cada vez más deshumanizada en la que, probablemente, se hayan convertido en el primer agente evangelizador, sobre todo, entre los más jóvenes. Por otro lado, estamos inmersos en un periodo en el que van a cobrar mayor importancia aún las acciones solidarias, la ayuda a los necesitados, las bolsas de caridad de nuestras cofradías, que, no lo olvidemos, conforman una estructura vital, y que todavía puede reforzarse más, en lo que se refiere a los más desfavorecidos. Todo esto y más hacen de este movimiento religioso-artístico-cultural algo tan nuestro que no puede pasar desapercibido en las páginas de un periódico entre cuyas obligaciones está vivir cosido a la realidad de nuestra ciudad. Hace poco más dos años que LA VOZ vio la luz en Jerez y, desde un primer momento, la información cofrade ocupó un espacio singular. A medida que la publicación ha ido creciendo y adaptándose a las necesidades de los jerezanos, a medida que íbamos construyendo el periódico nos acercábamos más a un objetivo que tanto el responsable de la sección cofrade, José Vegazo, como quien suscribe teníamos en mente desde un primer momento: dar más sitio, más protagonismo y más difusión a nuestras hermandades. Y, por fin, ha llegado el día. Aquí está La Voz Cofrade, un trabajo para el que hemos incorporado a nuestra redacción a un periodista de sobras curtido en estas lides como es Gabriel Álvarez, que, junto con Pepe Vegazo, me atrevería a decir que forman el más solvente equipo de la información cofrade local. Éste, por tanto, es y será un trabajo de cofrades para cofrades. La vida de las hermandades jerezanas pasará semana tras semana, año tras año, por estas ocho páginas, que tienen como objetivo, por supuesto, informar, pero huyendo de los convencionalismos, con una óptica renovada, fresca y moderna. Ha nacido La Voz Cofrade, una nueva aventura periodística en la que llevamos las alforjas llenas de ilusión, esfuerzo y profesionalidad, y en la que el nombre deja bien a las claras cuál es su espíritu y filosofía. Los cofrades jerezanos tienen una nueva voz que, seguro, sonará alto y claro. Sean todos bienvenidos.