La Divina Pastora peregrina por la ciudad para visitar a la Virgen del Carmen

Parroquia e imagen titular de la Divina Pastora peregrinaron por las calles de la ciudad ayer por la mañana para visitar la iglesia conventual del Carmen y ganarse así la indulgencia concedida por el Obispado de Cádiz y Ceuta dentro del Año de Gracia otorgado con motivo del tercer centenario de la llegada de la Patrona a La Isla.

A las nueve de la mañana se ponía en marcha la comitiva en rosario de aurora y con cánticos en honor a su titular, colocada en una parihuela. El camino a recorrer era largo, ya que debido a las obras del tranvía trazaron un itinerario que fue rodeando las zonas más afectadas por la infraestructura hasta llegar finalmente a la parroquia del Carmen a las once de la mañana. Allí, fue la cofradía de la Virgen del Carmen la encargada de introducir la imagen en el templo para que se produjera el encuentro entre la Patrona y Copatrona de San Fernando. La Virgen del Carmen presidía el altar mayor, al que se acercó la Divina Pastora para cruzar las miradas y apartarse a un lado, de forma que diera comienzo la eucaristía celebrada en honor a ambas.

La última vez que se llevó a cabo este encuentro fue en 1996, aunque en aquella ocasión fue la Virgen del Carmen la que acudió a la parroquia de la Divina Pastora de las Almas Coronadas con motivo del aniversario de su patronazgo en la ciudad.

La Divina Pastora, que es madrina del Campeonato Iberoamericano de 2010, lució la saya blanca de la coronación y el manto verde estrenado en la última salida. Varias son las parroquias que han realizado, durante este año, su peregrinación al templo carmelita; sin embargo ninguna lo había realizado con su titular, como lo hizo ayer la Divina Pastora. Motivo por el que, mientras se llevaba a cabo la misa, que duró aproximadamente una media hora, los fieles se acercaron a la plaza del Carmen para ver la salida de la Copatrona.

Y es que el regreso se realizó en procesión, con el acompañamiento de la música de la Asociación Cultural Maestro Agripino Lozano, antigua banda de la Cruz Roja. Esta variación (junto al hecho de que la hora no fuese ya tan temprana) propició que la gente se animara a acompañar en mayor número (más de un centenar) durante todo el camino de vuelta, ya que en la ida la peregrinación sólo contó con los parroquianos más fieles. Entre aplausos y gritos de devoción, rozando el mediodía la imagen salía de la plaza del Carmen en dirección a su templo (de nuevo evitando lo máximo posible el camino natural, es decir, la calle Real) y se recogía finalmente en torno a las dos y cuarto de la tarde en su parroquia, tras cinco horas de peregrinación.