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C. A. P: Ciudadano Apto Políticamente

Presentarse a las elecciones municipales, por ejemplo, es una decisión muy importante. Una decisión que ha de ser bien reflexionada, ordenada y reglamentada por ambas partes; es decir, por la persona que voluntariamente desea acceder al cargo de concejal y por el estado: que somos todos los que intentamos no equivocarnos en la elección.

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Por lo tanto, es importante disponer de unas normas que establezcan el libre y justo ejercicio de tal actividad. Actualmente podemos comprobar que, cada vez son más las personas que se preocupan por los problemas sociales, económicos y políticos que atañen al conjunto de la población. Servir a la colectividad y trabajar para los demás, es una opción que honra, ennoblece y dignifica a quienes la eligen.

Todos los españoles (actualmente también los comunitarios) mayores de dieciocho años pueden presentarse a unas elecciones municipales. Y al igual que, para ser conductor es necesario y preceptivo obtener del carné de conducir, para ser concejal también debería ser necesario y preceptivo obtener el carné de Ciudadano Apto Políticamente «C.A.P.».

Las materias básicas que se han de superar son: lectura y comprensión de la Constitución Española; debiendo recitar de memoria algunos artículos, como por ejemplo, el número 14. Lo mismo con el Estatuto de Autonomía, y por último, un buen repaso de las leyes de Régimen Local. Una vez superado el curso y obtenido el C.A.P. podrá elegir el partido que más le interese y comenzar su lucha para restablecer todas las desigualdades e injusticias que lleguen a su conocimiento y sea capaz de afrontar.

El asunto de la retribución es una cuestión de primer orden, es obvio que, las personas que dedican todo su tiempo y su vida a servir a los demás, sean recompensadas económicamente.

Lo único que hay que cambiar ligeramente es el sueldo de político profesional, por el correspondiente a su formación y cualificación, por ejemplo: un médico será retribuido como tal, un camarero según el convenio de hostelería de su provincia, y una persona que esté desempleada, percibirá el sueldo mínimo interprofesional.

Con estas dos premisas se evitará que, gente que desconoce la Constitución se presente a unas elecciones, ya que muchos concejales se creen que ellos han sido elegidos para hacer su santa voluntad, ignorando que ellos son los vigilantes de nuestras leyes, no sus violadores.

También desaparecerán de un golpe los demagogos que tanto dicen estar preocupados por la economía local, cuando en realidad lo único que les preocupa es su economía particular. El cargo de concejal honraría tanto a la persona, como la persona al cargo.

Que se establezca un periodo de ocho años es importante, pero dejaría de serlo, en cuanto se auto excluyan algunos dictadores mediocres, otros tantos demagogos y un buen puñado de sinvergüenzas. Las listas abiertas se implantarían solas..

Francisco Rodríguez Apolo. Cádiz