EX EQUIPO. Caballero desea un buen recibimiento en Linares. / A. V.
Cádiz C.F.

El retorno del maltratado

El día de su cumpleaños, Caballero se enfrenta a su ex equipo «La directiva no se portó bien, pero la afición fue maravillosa»

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El domingo 5 de octubre es el día de Carlos Caballero. El futbolista del Cádiz cumple 24 años y lo hace en una tierra que conoce muy bien. Regresa a Linarejos, el césped que le vio crecer y donde mantuvo un especial idilio con la afición. Desgraciadamente, abandonó el equipo por la puerta de atrás por culpa de una directiva que incumplió su palabra de traspasarlo al Elche y luego le obligó a perdonar seis meses de sueldo. «La directiva no se portó como me prometió», reconoce el centrocampista, de «origen humilde» y que pensaba ayudar a sus padres con ese dinero que al final no recibió.

Por eso fue maltratado. Aunque él matiza sus declaraciones. «Se da mucha bola a los malos momentos, pero eso fue al final. Allí pasé dos años maravillosos porque la gente se portó muy bien conmigo».

Pese a ese feeling que logró con la hinchada azulilla, reconoce que «no sé cómo me recibirán. No me da igual, pero si el ambiente es más hostil que en otros campos no me cohibirá ni me importará a la hora de jugar. Me gustaría un buen recibimiento, y más cuando la afición me ha querido y se ha portado bien conmigo. No quiero que ese sentimiento cambie. Pero no saben lo que pasó, ni porque me fui de manera tan repentina».

Recalca que «viví dos años muy buenos y será especial porque en ese campo no he jugado nunca con otra camiseta que no sea la del Linares».

Desconoce la actualidad del equipo linarense. «La gente estará un poco caída porque en estos tres años ha estado metido ahí toda la temporada, pero tras los problemas extradeportivos tienen que estar raros. Además, se han quedado pocos compañeros del año pasado».

Caballero era suplente en Linares, pero le conocían bien y no cree que deba reivindicarse.. «No es que tenga que demostrar nada, allí la gente sabe cómo juego. Había veces que la grada le pedía al entrenador que jugara. Sólo tengo palabras de agradecimiento. Ahora tengo que demostrárselo todo al público de Cádiz.

Apunta que «la hinchada aprieta mucho. Estos últimos años basamos la fortaleza en casa, estábamos arriba, pero ahora no está yendo tanta gente». Con el cádiz «tenemos que hacer nuestro fútbol, llevar la iniciativa del partido porque, con mucho respeto, nos tiene que dar igual el estadio que visitemos. Hemos de aspirar a ser primeros».

Aunque teme que «vendrán rachas peores en los que no haremos tantos goles», señala que «nunca nos obsesionamos por los goles encajados porque el trabajo era bueno».