BREGA. Javi Casares pelea un balón ante el Cádiz. / O. CHAMORRO
SAN FERNANDO

Los problemas de la pretemporada lastran físicamente a los azulinos

«Tenemos un punto de desventaja respecto al resto», reconoce Puli El equipo se ha visto sorprendido en la segunda parte en varios partidos

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La historia se ha repetido tres veces. El San Fernando sale como una moto, mueve bien el balón, supera a su rival y se adelanta en el marcador. Llega la segunda mitad, las piernas fallan y el contrario se lleva los puntos tras remontar un adverso resultado.

Ocurrió ante el Granada (volaron dos puntos en el descuento), ante el Cádiz (se perdió un partido encarrilado) y el pasado domingo ante el Marbella (Porto rescató un punto en el descuento tras haber ido ganando 0-2).

El técnico Antonio Iriondo nunca se esconde y reconoce que los problemas económicos que padeció el equipo durante la pretemporada (y que sigue sufriendo) no permitió realizar el trabajo más adecuado. «Probablemente el difícil verano que hemos vivido nos está pasando factura en el plano físico. Tenemos que cogerle aún el ritmo a la competición porque en los detalles es donde se juegan los partidos», asegura el entrenador azulino.

El veterano delantero Puli también apunta a que la condición física de la plantilla no está al nivel de otros conjunto del Grupo IV para explicar los puntos que el San Fernando está dejando escapar en las segunda partes. El atacante cree que los isleños irán mejorando con el paso de los partidos. «Tenemos un punto de desventaja respecto al resto de equipos por culpa de los problemas que nos han creado en pretemporada. Pero una vez que nos cojamos la forma podemos luchar por estar entre los diez primeros de la clasificación», afirma Puli.

El defensa Wicha, por su parte, culpa más a la mala suerte que a la falta de preparación física de los malos resultados de las últimas jornadas. «El problema es que estamos pagando todos los errores que cometemos. No nos dan un respiro. También podemos estar pagando la falta de experiencia en la categoría, pero lo importante es que la gente está con confianza. Además, si cobráramos los cinco meses de sueldo que nos deben nos darían un empujón anímico», dice Wicha.