«Joaquín Prat ha sido único, un profesional muy honesto»
Rita Irasema nació en una familia de artistas que la televisión acercó a millones de españoles. Los entrañables payasos de la tele hicieron reír a los niños de los sesenta y los setenta. Por entonces, Rita, que nació en 1954 y es hija de Miliki y hermana de Emilio Aragón, ya era adolescente y estaba más que acostumbrada al medio. Tuvo tele en casa desde que tenía cuatro años, la misma edad a la que se inició en el mundo del espectáculo. «De chavala me cautivó mucho un cantante. Una noche actuaba por televisión y mi abuela me levantó de la cama para que le viera. No me hizo nada de gracia que toda la familia estuviera pendiente de mi reacción. ¿Y yo con aquella cara de sueño!», recuerda divertida.
Actualizado: GuardarAdemás de amores adolescentes y fugaces como aquel, la pequeña pantalla ha sido un medio al que Rita debe mucho. «Pude asistir desde casa al debut de Los Beatles, Janis Joplin, Bárbara Streisand y los Rolling Stones porque en Estados Unidos actuaban en la tele en directo». Además de los espacios musicales de los que Irasema se confiesa una gran seguidora, la artista siempre ha sentido debilidad por «las sit com y las comedias. «Las reposiciones de I love Lucy me fascinaban porque ella -Lucille Désirée Ball Morton- era muy buena actriz cómica».
Aunque pasó buena parte de su infancia y juventud por diversos países de América, cuando se instaló en España se encontró con un profesional al que siempre ha profesado gran admiración: Joaquín Prat. El inolvidable presentador de Un millón para el mejor -posteriormente le sustituyó José Luis Pécker al frente de aquel espacio- o El precio justo, entre otros programas, ha sido uno de los grandes de la televisión. «Era único. Joaquín siempre me pareció entrañable, rápido, un gran profesional y muy honesto», le describe Rita.
