EL FORO

Indignan-te retraso

A buenas horas mangas verdes, como dice el refrán. ¿Por qué se ha tardado tanto en declarar ilegal a ANV? Mejor tarde que nunca y todos hemos de congratularnos de la resolución del Tribunal Supremo pero la dilación resulta indignante y difícil de justificar. La memoria es frágil pero para algo están las hemerotecas y videotecas. Esta semana, algunos medios de comunicación han recordado qué decían Zapatero y su escudera De la Vega a comienzos del 2007, meses antes de las elecciones municipales. Ambos defendían la legalidad de ese partido al que todo señalaba como nuevo brazo político de los terroristas, la nueva batasuna. A instancias del Gobierno la Fiscalía General y la Abogacía del Estado consideraron que no existían entonces pruebas suficientes para solicitar al TS la ilegalización y optaron por impugnar únicamente un centenar de listas, sospechosas de continuar con la labor de Batasuna.

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Y es que, claro, aún existía la posibilidad de dialogar con los asesinos y no estaba demás hacer alguna concesión política para demostrar el «talante» del Gobierno español. El cartel electoral de ANV consiguió alcaldías y representación municipal en 127 municipios del País Vasco y Navarra. Gobierna en 42 Ayuntamientos y en 24 con mayoría absoluta. Dado que los cargos electos no pueden ser despojados de su condición, los 437 concejales continuarán en su puesto hasta concluir su mandato. Aunque en condiciones más limitadas y precarias estos individuos seguirán ostentando un cargo público, manejando dinero público y cobrando un sueldo público.

La tardía ilegalización de ANV conlleva la disolución de la formación, el cese inmediato de todas sus actividades, la cancelación de su inscripción en el Registro de Partidos y la apertura de un proceso de liquidación patrimonial para que todos sus bienes pasen al Estado. Se supone que lo mismo ocurrirá en breve con el PCTV. Si se hubiera expulsado de la legalidad en su momento a los proetarras se habría evitado su presencia en las instituciones. Quienes apoyan y defienden el terrorismo jamás deben participar del juego democrático.

Pero ZP jugó mal sus cartas también en esa mano. Un desacierto más. Y ya he perdido la cuenta.