Bosco Torremocha.
Jerez

Fedejerez insiste en que sin un «ajuste» en el Marco no se pueden acordar precios

COAG afirma que las bodegas deben respetar las cifras de otros años y Asaja confía en que «no haya pactos para pagar menos» por la uva

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«El Marco de Jerez no puede salir adelante sin un ajuste real que lo adapte al mercado, y mientras eso no ocurra no se pueden seguir poniendo parches». Así de contundente se mostró ayer el director general de la patronal bodeguera Fedejerez, Bosco Torremocha, para referirse a la polémica sobre la falta de un acuerdo sectorial sobre el precio de la uva que los viñistas venden para elaborar el jerez.

Torremocha quiso dejar muy claro que las bodegas, que acumulan toda la producción de la pasada campaña como excedentes, «no pueden seguir asumiendo la compra de uva a los precios de pasadas campañas (casi 37 céntimos de euros por kilo, 61,5 pesetas) mientras esta Denominación de Origen que es excedentaria en viñas no se regule».

Según recalcó, «esta regulación tenía su oportunidad en las medidas que introducía la OCM del vino (como el arranque primado), que permitía realizar un ajuste ordenado para aliviar la situación». Sin embargo, «este momento no se ha aprovechado, no se han cumplido los objetivos y las bodegas tienen claro que no pueden seguir funcionando de espaldas al mercado». Torremocha no dudó en afirmar que «ahora el ajuste para que el Marco pueda subsistir tendrá que ser traumático, algo que nosotros nunca quisimos».

Para Fedejerez, el pacto del precio de la uva incluido en el Plan Estratégico que se extendió entre 2002 y 2006 -y que se acabó aplicando hasta la pasada campaña- era «una medida artificial, pero válida hasta alcanzar la meta final, el objetivo de lograr el ajuste que llegaría con la OCM». «Pero parece que las demás partes no se han dado cuenta y no ha habido apenas solicitudes de arranque», enfatizó Torremocha, que añadió que «la destilación de crisis también se rechazó, al tiempo que se vino abajo el cupo que permitía controlar la cantidad de vino que se ponía a la venta». «En esta situación, ¿cómo puede pensarse que podemos seguir asumiendo pactar un precio por la uva, es decir, seguir parcheando?».

Frente a estas afirmaciones, el líder de COAG Cádiz, Salvador Pineda, se mostró ayer convencido de que las bodegas «no tendrán la caradura de pagar más barato, porque eso sería una ofensa a los productores ya que el precio es sagrado». Sobre el arranque, puntualizó que «en una Denominación con el prestigio de Jerez, y donde sólo hay 10.000 hectáreas, quitar más viñas sería una frivolidad, sería como tener un Marco de juguete».

El secretario general de Asaja Cádiz, Cristóbal Cantos, también apuntó que han recomendado a los viñistas que fijen en las facturas el precio de la uva en «la cantidad del año pasado más el IPC». Cantos confía en que «no se hayan cerrado acuerdos entre las empresas para hacer otra cosa y pagar a la baja, porque eso sí que va en contra del libre mercado».