PROTESTAS. Trabajadores de Alitalia se manifestaron ayer en el aeropuerto de Roma. / AP
Economia

Berlusconi confía en que un acuerdo «in extremis» salve a Alitalia de la quiebra

La compañía se ve obligada a cancelar parte de sus vuelos previstos para mañana por al no poder hacer frente a los gastos de combustible El presidente italiano convoca de urgencia a los principales sindicatos del sector

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Alitalia está cada vez más cerca del precipicio por sus dificultades económicas, tras la bancarrota en que se declaró el pasado mes de agosto agobiada por los elevados gastos y la crisis generalizada del sector aéreo. El penúltimo signo del posible «fallecimiento» de la aerolínea italiana es el riesgo cierto de que parte de sus vuelos previstos para mañana lunes no lleguen a realizarse por falta de combustible, como advirtió ayer el comisario extraordinario de la compañía, Augusto Fantozzi, nombrado por el Gobierno de Silvio Berlusconi para conseguir su rescate económico ya que el 49% de su capital social está en manos del propio Estado.

Fantozzi hizo estas declaraciones tras reunirse de urgencia con los sindicatos de la compañía aérea, apenas 24 horas antes de que las negociaciones abiertas con los posibles compradores, un grupo de empresarios del país que crearon la Compañía Aérea Italiana (CAI) para desbancar en una posible puja a Air France-KLM (cuya oferta fue finalmente retirada ante la oposición encontrada entre sus destinarios), parecieran romperse ante la exigencia de los primeros. El comisario matizó en este sentido unas supuestas palabras suyas anteriores, filtradas por algún medio transalpino y donde se daba casi por seguro que el problema del carburante dejaría en tierra a todos sus aparatos porque sólo estaba garantizado el suministro hasta el domingo.

«Existen dificultades de aprovisionamiento que podrían suponer un riesgo para ciertos vuelos», puntualizó el comisario ya con luz y taquígrafos, tras detallar que el problema consiste en que la compañía de hidrocarburos italiana, ENI, ha pedido que los próximos abastecimientos de carburante sean pagados en metálico ante el temor de que no llegue a cobrar las cantidades pendientes. Pero los fondos de la aerolínea, que pierde cerca de 3,5 millones al día, según los últimos resultados semestrales, están prácticamente agotados.

En cualquier caso, y según informaron los sindicatos, desde el mismo lunes dejarán de operar de manera temporal las tripulaciones de los 34 aviones que quedarán en tierra conforme a los plazos previstos en el plan de remodelación de Alitalia .

La situación de la aerolínea es «muy grave», según les comunicó Fantozzi, si bien precisó que la posible declaración de quiebra «no es cosa de hoy o mañana», comentario que tampoco tranquilizó a los representantes de una plantilla que será recortada en, al menos, 6.000 efectivos, de los que un millar serían pilotos, medida a la que ya se han opuesto los sindicatos. Como detalle curioso, el Papa Benedicto XVI, que viajó esta semana a Francia en uno de los vuelos de Alitalia, dijo que rezaría por el futuro de la aerolínea.

La crisis de la compañía empujó ayer al Gobierno italiano a convocar con urgencia a los cuatro principales sindicatos del sector para buscar una solución al parón de las negociaciones con los posibles compradores de la aerolínea. La noticia fue confirmada por el presidente del Gobierno, Silvio Berlusconi, que explicó que la reunión con los sindicatos nacionales CGIL, CISL y UIL, y el de transportes UGL, comenzaría sobre las 21.00 horas local (19.00 GMT). El ministro de Trabajo, Maurizio Sacconi, afirmó en una entrevista televisiva, que son «horas dramáticas» para el futuro de Alitalia , «ya que se aproxima la quiebra», pero mostró su confianza ante la posibilidad de un acuerdo «in extremis» de los sindicatos con los futuros compradores.