Premio universal

a concesión a Ingrid Betancourt del Premio Príncipe de Asturias de la Concordia homenajea la singular trayectoria de una mujer a la que los seis años de atroz cautiverio a manos de las FARC no lograron arrebatar ni su dignidad personal, ni el empeño de seguir defendiendo la democracia y el respeto a los derechos humanos en Colombia. El galardón subraya el valor universal de la lucha por la libertad, representada en el coraje de Betancourt, pero también en los 700 ciudadanos que permanecen aún en manos de la narcoguerrilla, en todos aquellos que quedaron en el devastador camino que han sembrado décadas de violencia en el país colombiano y en la resistencia de una sociedad que va construyendo, a duras penas, el objetivo de una convivencia pacífica. La transformación de la premiada en un símbolo colectivo ha de constituir, ante todo, el recordatorio permanente de la memoria de las víctimas.