Una pausa para saber si el camino es el adecuado

El Cádiz está sano. Los jugadores cuentan con un buen estado de forma, tal y como evidenciaron ayer en el entrenamiento específico que realizaron en El Rosal. Los ejercicios eran algo novedosos para la mayoría de los futbolistas, que suelen pasarlo mal si no hay un balón de por medio.

Pero el hecho es que las pruebas recaen en su beneficio individual, tal y como atestigua el preparador físico, Juan Solla, que ayer tuvo trabajo extra. «Se trata de establecer un punto de partida y un control para tener referencias individuales de cada futbolista. Nos sirve para saber qué aspectos deben mejorar y para que, en el caso de que alguno esté ofreciendo un rendimiento bajo, poder reajustar la preparación para corregirlo».

El preparador gallego pretende que el trabajo que se realiza día a día con los jugadores sea lo más eficaz y personalizado posible, y para ello advierte que es fundamental tener la información del estado en el que se encuentra cada uno de ellos.

Aunque es la primera vez en esta campaña que se lleva a cabo este tipo de entrenamiento, lo cierto es que es una práctica que ya venían realizando Gracia y Solla en su anterior etapa en el Pontevedra. El encargado de mantener en forma al equipo explica que «no lo hemos hecho antes porque la plantilla no se ha cerrado hasta hace bien poco. No tenía sentido hacerlo con jugadores que sabíamos que no iban a ser los que después se quedaran en el equipo, por eso decidimos dejar esta parte para más adelante. Lo volveremos a hacer alguna vez más para ver la evolución que se ha producido y si el trabajo ha servido de algo. Es una pausa para ver de dónde venimos y hacia dónde vamos».

Solla alabó la implicación de sus hombres en el experimento. «Ha estado muy bien en cualidad. Es una sesión que no gusta al jugador, pero me quedo contento con la implicación y el compromiso que han demostrado. La verdad es que esto es para ellos, para que tengan un mejor conocimiento de su estado físico».

El curso es largo

El gallego es consciente de que se presenta un curso bastante largo para sus alumnos, aunque no quiere mirar más allá del compromiso más cercano. «Lo primero es ganar el partido del domingo, luego meternos en los play off y después intentar ascender. No hay que poner el carro delante de los bueyes».

Explica que «el cansancio de final de temporada es más mental que físico. El estrés de todo el curso hace que se bloqueen, por ello lo que se trata es de combatir esa presión».