MEJORAS. En junio se inauguró la nueva nave del pescado en el Mercado de Abastos central. / TAMARA SÁNCHEZ
Jerez

El porqué de un olvido

La sensación de marginación aumenta al comprobar cómo los mercados de La Plata y el centro han sufrido remodelaciones

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«No sé qué tenemos en la Zona Sur para que todos los políticos se olviden de nosotros. Aquí, la mayoría somos familias trabajadoras, honradas, de las que sólo se acuerdan cuando hay elecciones». Así de contundente se mostraban varios vecinos de Federico Mayo hace unos días a las puertas del Mercado de Abastos. Y es que esta sensación de abandono es la que acompaña a un alto índice de residentes en estos barrios.

Para ellos, un claro ejemplo de esta situación es el estado actual de su plaza, ya que «han remodelado la de La Plata y el centro, pero de nosotros no se acuerdan», insistía uno de los comerciantes que trabaja desde hace décadas en estas instalaciones. Intentan analizar el porqué de un olvido, sin obtener respuestas. «Antes era Pacheco, ahora el PSOE, pero nosotros seguimos igual».

Esperanza

Aunque algunos se sienten esperanzados de que «antes de que acabe esta legislatura le den un buen cambio a nuestro mercado», como manifiesta el presidente de la asociación de comerciantes de esta plaza, Juan Carlos Bermúdez. Una esperanza que se entremezcla con el desánimo cuando miran al techo de sus instalaciones y ven los boquetes que llevan más de dos años, «desde que vinieron a hacer las catas para comprobar cómo estaba el edificio», apunta.

«Cuando remodelaron la plazoleta exterior del mercado pensamos que tal vez nos arreglarían algo, pero no fue así. Es más, nos quitaron el mercadillo, y eso empeoró nuestra situación», insisten en la zona. Desde los años 60, «no se ha hecho ni una sola obra importante aquí. Se han cambiado parte del suelo, hemos pintado nuestros puestos y se han hecho accesos para minusválidos gracias a nuestra insistencia», comentan.

Mientras, en la plaza central hace pocos meses que se ha inaugurado la remodelada nave del pescado, una reforma que también llegó tras años de lucha por parte de sus comerciantes y donde los desencuentros con el Ayuntamiento fueron también más que evidentes. Durante medio año, los propietarios de los puestos de esta zona atendieron en una carpa exterior a sus clientes, no sin ciertas dificultades. Fue el pasado 19 de junio cuando los pescaderos del Mercado de Abastos del centro abrieron sus puertas a una nueva era llena de ilusión y sin apenas creerlo: «Llevamos mucho tiempo esperando este momento», aseguraban con satisfacción.

En La Plata, la reforma de sus plaza llegó en 2001. El edificio de este barrio de la Zona Norte clamaba por una reparación que se saldó con la ampliación de los puestos y su reorganización. Desde entonces, sus comerciantes se han encargado de mantener las instalaciones siempre a punto, por lo que han solicitado posteriormente ciertas mejoras, como, por ejemplo, el adecentamiento de la fachada del inmueble o la instalación de climatización.

Ante todo ello, en Federico Mayo creen que ya les ha llegado el turno y piden que «se agilice nuestro proyecto; lo único que queremos es ofrecer lo mejor a nuestro clientes y que cuando entre alguien por primera vez vuelva a hacerlo más veces».