Libros para la época estival

A la puerta de la Biblioteca Central de la ciudad había que acercarse en estas fechas veraniegas porque también son días de lecturas. Algunos chicos se acercan con algunos libros de texto cuando apenas se han abierto las puertas del centro cultural. «Ojalá pudiera leer lo que me apetece. Vengo a estudiar, todas las mañanas, de tres a cuatro horas. Hay que recuperar el tiempo perdido durante el curso», comenta Luis Daniel, que pone cara de póquer antes de desaparecer.

Lecturas detectivescas ha escogido para el verano Irene. «Bueno, ahora vengo a estudiar un poco porque también me ha quedado una asignatura. Pero el verano es buen tiempo para lecturas policíacas», subraya. Puestos a escoger novelas negras, preguntamos a esta chica por cuál se declina. «Mira por donde había leído a Conan Doyle, pero me faltaba una de sus novelas más señaladas: Estudio en escarlata. Fue la primera que escribió sobre las peripecias de Sherlock Colmes y su inseparable doctor Watson», indica.

La corta novela con la que Doyle inicia su trayectoria de novelas dedicadas a uno de los detectives más famosos de la literatura mundial puede ser una interesante propuesta para el verano.

Pasados unos minutos vemos entrar a tres chicos. Vienen hablando del fin de semana. «La verdad es que leemos poco. Nos gusta más hacer botellón», subrayan. No obstante, uno de ellos bromea y comenta que ha leído un cómic de Mortadelo y Filemón. Quizá también una sugerente lectura policíaca, eso sí, más a la española.

Un señor que también accede a la biblioteca y que no desea darnos su nombre nos dice algo sobre Dan Brown. Lecturas esotéricas donde las sociedades secretas son las protagonistas, a tenor de lo que nos comenta.

Nombres como son Raymon Chandler, Dashiell Hammett o la misma Agatha Cristie no acaban de aparecer, tan apetecibles para un verano caluroso al frescor de una buena sombra. Finalmente, una señora curiosa se nos ha acercado y, al preguntarle sobre sus lecturas favoritas para el verano, comenta que a ella «sólo le queda el Burda y sus interesantes patrones». Otra sugerencia, desde luego, no exenta de interés para un verano pacífico y muy bien aprovechado.