SOMBRAS. Las parras de González Byass con la fachada lateral de la Catedral de fondo.
Jerez

Las sombras de las ciudadanas

Una de las vides más bellas de Jerez las podemos encontrar entre las calles internas de la bodega González Byass

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No hay mejor sombra en un día de calor que la puede proporcionar una buena parra, como nos gusta llamarla en Jerez. En González Byass están, posiblemente, las parras más famosas de todo Jerez. Ubicadas en las callejuelas que quedaron dentro del recinto bodeguero, las parras se abrazan a los alambres que afianza su desarrollo expansivo, desarrollándose y abarcando la calzada de casco a casco de bodega.

A su sombra da gloria disfrutar de una buena copa de fino, o simplemente sentarse cuando el atardecer se recrea formando esos tonos ocres que se proyectan en la fachada lateral de la Catedral jerezana, por la zona de la Encarnación.

Los ejemplares que están en las bodegas son largos y trepadores, llegando incluso a tener unos 72 pies de planta, desarrollando un interesante porte. Según se desprende de algunas publicaciones de la delegación de Medio Ambiente, «en estos emparrados se encuentran representados diferentes patrones que en ocasiones son el resultado de hibridaciones entre especies de vides americanas». Es sabido de la inclusión de este tipo de plantas tras la plaga de filoxera que asoló a la vid autóctona del marco, importándose a finales del XIX algunas de las especies americanas más resistentes a este insecto destructor de uno de nuestros patrimonios más importantes.

Como es sabido, la vid es una planta trepadora que se abraza a los distintos obstáculos gracias a la presencia de zarcillos. De sus frutos arremolinados en racimos que penden de sus ramas se saca posteriormente los caldos que han dado fama mundial a nuestra ciudad. Sombras placenteras y madre del tesoro más importante de nuestra ciudad. Merecen éstas de González Byass algo más que una visita. Por bellas y por jerezanas.