Siempre hablan de lo mismo
Entendida la conversación como una de las bellas artes, hay que reconocer que la de nuestros políticos, incluidos los de tercera división, que son todos los que no pertenecen a segunda, que es la categoría máxima, está siendo muy monótona. Todos hablan de lo mismo: del dinero. ¿Es que hay algo más importante? se pregunta la gente que ignora que sí, que hay muchas cosas que importan más, aunque para establecer su jerarquía es necesario contar con algún dinero.
Actualizado: GuardarEl presidente de la Generalitat y líder del PSC, José Montilla, le ha dejado claro al presidente de todos que «lo primero es Cataluña y su financiación» y que se guarde mucho de incumplir lo pactado en el Estatuto. La pela es la pela y todos corren tras ella que se las pelan. Quizá por eso, Zapatero y Rajoy quieren llegar a un acuerdo para situar a la economía como único campo de batalla. Un terreno que deja muchos muertos, generalmente los mismos.
En las épocas prodigiosas donde existe cierta holgura económica se arreglan mejor las disparidades de criterio. Sólo cuando el gasto social no cuadra con los ingresos, crece la controversia. La joven secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, acaba de declarar algo sin duda muy doloroso para quien profese la ideología socialista: que «las familias lo pasan mal para llegar a fin de mes».
O falla la receta ideológica o es que los enfermos no tienen remedio. Mi inolvidable amigo José Luis Coll, que era un genio notablemente incapacitado para lo económico, me decía que estaba dispuesto a dar cualquier cantidad de dinero a condición de tener más.
Los únicos que al parecer no andan mal de dinero son los terroristas. Al menos, la general penuria no ha afectado a su presupuesto para explosivos. Lo han intentado en Cantabria y volverán a hacerlo. Lo que sea, sonará.
