Artículos

Un américano en Ginebra

Se darán la mano Sayed Jalili y William Burns cuando mañana se vean por vez primera en Ginebra y alguien -Javier Solana con seguridad- haga las presentaciones?

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Los formatos diplomáticos son muy rígidos y no sé si es preciso hacer una cosa o la contraria o lo que se acostumbra en estos trances, pero sí es seguro que no habrá fotografía de lo que será un momento notable: el subsecretario de Estado norteamericano saludando al jefe del equipo negociador iraní en el dossier atómico.

La decisión de incorporar a Burns al grupo de los cinco (los miembros permanentes del Consejo de Seguridad más Alemania) ha sido decidida con toda rapidez y ha confirmado las especulaciones al respecto de que Washington ha cambiado su metodología y su conducta general ante Irán y su decisión de mantener su programa nuclear.

Se dice oficialmente en Washington que, por ahora, se trata de una presencia «por una sola vez» y que Burns estará allí «para escuchar, no para negociar», pero él se ganó sus galones, acaba de ser ascendido a número tres del Departamento de Estado, negociando con éxito con Libia la puesta bajo control de su incipiente plan atómico. Cuesta imaginárselo como un testigo mudo.

Los norteamericanos se acomodan al adagio de la diplomacia francesa, según el cual «el que no acude siempre se equivoca» y han encontrado por lo menos un argumento técnico en que más vale estar físicamente en la pomada que leer los informes de Solana tras sus reuniones con la parte iraní. Pero sin duda hay más, lo que parece un completo, cambio norteamericano ante la República Islámica.

Burns se entrevistó ayer en Viena con el director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica, Mohamed al-Baradei, un conocido crítico de toda posibilidad de resolver la crisis creando otra mucho más grave. Desde que se anunció su presencia los iraníes no han hecho más que alegrarse y ver en el gesto un tono constructivo que permitirá hacer algún progreso.