No menos de 3.000 euros en el mercado

Cinco mil euros por metro cuadrado. ¿En Bahía Blanca? No. ¿En la calle Ancha? No. En José Celestino Mutis, una calle de La Viña, en el casco antiguo, sí, pero que tampoco está considerada como la más señorial de Cádiz. La obra nueva en la capital sigue por las nubes. En parte porque, como reconocen los promotores de la ciudad, cuando se empezaron tenían los precios y las condiciones de entonces: el suelo estaba caro, las constructoras podían hacerse de rogar y la demanda era tan alta como si comprar un piso fuera lo mismo que acudir a un concierto de Bob Dylan: una oportunidad única en la vida.

Pero llegada la crisis, los precios siguen como están. Así se explica que un piso de dos habitaciones en Feduchy esté en los 300.000 euros y que el de Celestino Mutis, con los mismos dormitorios y 57 metros cuadrados, roce esa cantidad. Como mucho se puede encontrar un estudio por 170.000 euros en José de Dios.

En Extramuros el panorama no es mucho más alentador. Más de 3.000 euros por metro cuadrado se pide en la promoción de Pinares del Sur frente al Bar Stop y sobre esos precios está el resto de la -escasa, como siempre- obra nueva en Puertatierra.

Y es que la vivienda de nueva construcción no tiene los mismos condicionantes de la segunda mano, aparte de que el caso de Cádiz, por la alta demanda, por ser un lugar costero y un punto en el que el suelo libre es un espejismo, siempre ha sido especial. La demanda sigue, los precios siguen y lo único que ha cambiado es el endurecimiento de las condiciones que pone el banco para poder acceder a ella.