Factura con moraleja Bocado natural

Harta del estrés de Madrid, Gloria Núñez decidió que sus vacaciones en las costas de Conil no duraran sólo unos meses sino que esa tranquilidad y calma con las que llenaba sus veranos se prolongaran toda la vida. Armada de ganas por empezar una nueva etapa vendió su piso de la capital y compró un terreno en Vejer. Su propósito: hacer una casa rural «pero no una cualquiera». Siete años de ideas, planos y retos después nacía La Chumbera Azul, un hotel ecológico que opta a las cinco estrellas y que ha levantado sobre una parcela de 30.000 metros cuadrados en la pedanía vejeriega La Muela. El negocio se inaugura dentro de una semana.

Semienterrado

«Ha sido un proyecto muy largo. Primero era importante encontrar el sitio justo y después hacer una obra que ha durado tres años por la dificultad que entrañaba. Un hotel de estas características es poco habitual y más caro», cuenta la propietaria. «Quería que todo se adaptara al entorno». Tanto es así que los arquitectos tuvieron que proyectar un edificio escalonado para respetar la ladera sobre la que se levanta, además lo orientaron para aprovechar todas las horas solares posibles y lo construyeron semienterrado para conseguir una mejor climatización.

«Todo el edificio es de madera, con corcho para el aislamiento y ladrillo natural y piedra», cuenta Gloria. Otro de los retos era solventar el calor que puede azotar la sierra en verano. La mejor forma de conseguirlo era aprovechando el viento que sopla en la localidad por medio de la ventilación cruzada, un sistema por el que se saca el máximo partido a la corriente. Y por último, para evitar el derroche de agua, se construyeron aljibes donde acumular el agua y medir así el consumo. Además, se colocó una grifería especial donde el agua sale a presión con aire lo que evita que se consuma más de la necesaria.

Tu música preferida

La Chumbera Azul será el primer hotel completamente ecológico y de estas características de la provincia de Cádiz. «Intentamos ser un modelo y decirle a la gente que una construcción así es viable». El hotel incluye también otras peculiaridades muy curiosas co-mo que, al hacer la reserva, te preguntan tu música preferida para prepararte un MP3 individual, o que al despedirte la factura incorpore el gasto de energía que has hecho durante tu estancia. Y todo ello con vistas a la playa de El Palmar y al otro lado, Vejer. La Chumbera Azul también se une a la corriente gastronómica de la cocina ecológica. Para ello contará en sus fogones con el prestigioso cocinero jerezano Manolo Valencia. «No hay que relacionar este tipo de comida con algo aburrido. No es para vegetarianos. Se pueden hacer muchos platos», defiende Valencia su nueva apuesta. Según el chef estos alimentos cargados de sabor y sin conservantes ni colorantes ni ningún aditivo industrial, «permiten volver la vista atrás. Disfrutar de los sabores de siempre». En la carta de La Chumbera habrá «de todo»: muchos productos de temporada, carnes, pescados, y verduras, a los que Valencia incorporará su toque de cocina de vanguardia. Así por ejemplo se podrá pedir: Lomito ibérico sobre pan de campo, aceite de oliva (acebuchina) y vinagre de amontillado, gazpacho de tomate verde, barquillos rellenos de centollo, croquetas de menudo, versión de frito gaditano y productos de la tierra como las carnes de Retinto.