Jerez

La alcaldesa aún es «optimista», pero los sindicatos hablan de «alarma»

El panorama laboral en Jerez tras los desalentadores datos registrados en junio no ha podido suscitar reacciones más diferentes del equipo de Gobierno y de los dos principales sindicatos de la ciudad. Y es que donde la alcaldesa de Jerez, Pilar Sánchez, aún ve «optimismo», CC OO y UGT sólo pueden hablar ya de «alarma» y de «malos augurios» para los próximos meses.

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La regidora mostró ayer preocupación por las cifras del paro y, aunque recalcó que «la famosa desaceleración económica, a la que yo llamo crisis, es mala en toda la provincia y el país», también dejó claro que pese a que las competencias de empleo son de la Junta «el Ayuntamiento de Jerez no mira para otro lado y trabaja en medidas concretas».

En este punto, Sánchez ve con optimismo el futuro porque «pronto empezarán a dar frutos» los millones del Plan Urban destinados a la Zona Sur; el proyecto de Ikea, «que en su construcción creará bastantes puestos de trabajo»; la concesión de 15 millones de euros «para que el PTA crezca»; la aprobación del PGOU o el Plan Local de la Vivienda.

Sin embargo, para el secretario local de CC OO, José Manuel Trillo, la tendencia hace temer ya que se alcanzará la cifra de 20.000 parados, «algo que nunca había ocurrido en Jerez» y, aunque recalcó la caída de la construcción, hizo hincapié en que «el mal comportamiento de todos los sectores, el más inesperado el de los servicios, demuestra que es una crisis general».

Para Trillo, Jerez es una localidad «excesivamente dependiente del sector terciario y de la construcción», razón por la que «esta crisis nos afecta más que a otras ciudades más industrializadas». Por eso, pidió una mayor implicación de las administraciones con Jerez, que «está viviendo una situación especial, y para la que reclamamos medidas especiales que fomenten la llegada de industrias».

La misma alarma detecta el secretario comarcal de UGT, Pedro Alemán, que lamentó estas cifras en un mes que «tradicionalmente es bueno para la creación de empleo». «Es un jarro de agua fría, porque significa que ya ni los servicios y la campaña de verano alivian la situación», dijo.

Alemán se mostró muy pesimista, y auguró que «tras los meses de verano, en los que aún tenemos puestas esperanzas, la tendencia puede ser de una gran caída del empleo por una crisis que durará hasta mediados de 2009».