ESTIMULANTE. El alto contenido de citrulina en la sandía puede ser la clave de su efecto afrodisíaco. / LA VOZ
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La fruta que levanta pasiones

Científicos norteamericanos descubren que la sandía contiene ingredientes similares a los de Viagra que aumentan la líbido

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Las sandías podrían eclipsar a las fresas, ostras y caviar en eso de imaginar y fantasear con la pareja. Tanto es así que si los últimos hallazgos se confirman, en las escenas de cine donde abundan el champán, la nata y las rosas ahora apareciera también esta fruta de verano. Y es que según un estudio que han difundido científicos de la Universidad A&M de Texas la sandía contiene ingredientes similares a los de Viagra y su consumo es capaz de aumentar la libido y la capacidad de erección del varón.

El Viagra, así como Cialis y Levitra, son fármacos recetados para prevenir la disfunción eréctil al dilatar los vasos sanguíneos de la zona inguinal. «Cuanto más estudiamos las sandías, más nos convencemos de lo asombrosa que es la fruta al proporcionar elementos de fortalecimiento al cuerpo humano», dijo Bhimu Patil, director del Centro de Mejora de Frutas y Vegetales de la Universidad A&M.

La citrulina

«Sabíamos que la sandía es buena para la salud, pero la lista de sus beneficios se amplía con cada estudio», añadió. Según los científicos, las claves de los beneficios agregados del consumo de sandía están en su contenido de citrulina, una sustancia que tiene la capacidad de producir un relajamiento de los vasos capilares.

Además, al ser convertida esa sustancia en un aminoácido llamado arginina, «produce maravillas en el corazón, en el sistema circulatorio y mantiene un buen sistema inmunológico», agregó. «Es posible que la sandía no sea tan específica en cuanto a su uso como el Viagra, pero (su consumo) es una buena forma de dilatar los vasos sanguíneos sin producir efectos secundarios», indicó Patil. Y los beneficios de la sandía no terminan allí. La arginina también ayuda en el ciclo de la urea al eliminar el amoníaco y otros compuestos tóxicos del cuerpo.

Existe un problema, sin embargo. Las mayores concentraciones de citrulina están en la parte blanca de la sandía, pegada a la piel, aquella que generalmente se tira, que no se consume. El próximo paso es entonces, dijo Patil, trabajar con nuevas variedades de sandías en las que las mayores concentraciones de esa sustancia estén en su jugosa y roja carne, no en la cáscara.