EN JEREZ. Bohórquez, a la salida de los juzgados en 2006. / T. S.
Ciudadanos

Denuncian a Fermín Bohórquez por contrabando de especies protegidas

El ganadero Fermín Bohórquez Escribano ha sido denunciado por el Seprona al no poder acreditar la legal procedencia de una serie de piezas de su propiedad como pieles, cabeza y unos colmillos de animales protegidos que están sujetos al convenio internacional CITES, por el cual se regula el comercio de unas especies que han padecido una explotación excesiva y presentan niveles diferente de peligro de extinción.

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La actuación de los agentes se produjo durante la III Semana de la Caza que se ha celebrado recientemente en el Casino jerezano. Este evento incluía una feria de muestras de trofeos conseguidos por cazadores y en este marco el Seprona realizó una inspección el pasado 19 de junio. Expuestos al público se podían ver una piel de oso y otra de león, una cabeza de antílope -de la especie sable negro- y dos colmillos de elefante africano. Los agentes requirieron la presencia del propietario para que les mostrara la documentación relativa a estas piezas. El ex rejoneador se identificó como el dueño y les explicó que esos trofeos los había conseguido él mismo durante unas cacerías en las que participó hace años.

Un día después, premiado

Pero como no entregó ningún tipo de autorización que avale la tenencia legal, los agentes informaron al ganadero que iba a ser denunciado por cometer una infracción a la Ley de Represión de Contrabando. Un día después de que levantaran el acta administrativa, Fermín Bohórquez recibía el III Premio de la Caza que otorgan los organizadores del evento celebrado en el Casino de Jerez.

Los trofeos del ganadero quedaron a disposición de Aduanas, en donde debe presentar la documentación que demuestre que introdujo las piezas en el país atendiendo a las limitaciones que fija el convenio CITES, el cual busca acotar la comercialización de especies, en algunos casos prohibirlas incluso, como medida de protección. CITES son las siglas del Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre, que entró en vigor en 1975.

Si el denunciado no presenta los certificados que le reclaman, se enfrenta a una multa económica que puede llegar a los 30.000 euros al tratarse de una infracción y no de un delito.

No es la primera vez que Fermín Bohórquez tiene problemas judiciales vinculados al medio ambiente. En octubre de 2006 tuvo que declarar en calidad de imputado en un delito ecológico. Tres águilas imperiales aparecieron muertas por envenenamiento en su finca Fuente del Rey, en Jerez.

En su declaración ante el juez instructor negó que se pusieran en riesgo especies en peligro de extinción dentro de sus propiedades. También tuvo que testificar su hijo Borja y al final el procedimiento fue archivado porque el juez no encontró pruebas para determinar quién pudo dar muerte a unas aves que tienen su hábitat en la finca del ganadero; pese a que la acusación particular, ejercida por el colectivo Ecologistas en Acción, insistía en que las águilas murieron por una sustancia que se utiliza para eliminar la fauna silvestre.

El fiscal de Medio Ambiente solicitó al juez que enviara el resultado de las pesquisas y el contenido de las declaraciones a la Administración Regional por si ésta sancionaba a los dueños de la finca jerezana.