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Tercera postal para la eternidad

Tras ganar la Eurocopa de 1964 y perder la final de Francia en 1984, España quiere ante Alemania repetir la hazaña de hace 44 años

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Casi un cuarto de siglo después, en la era del fútbol 'moderno', España jugará la final de una Eurocopa tras golear a Rusia. La última vez lo hizo en París, el 27 de junio de 1984, cuando cayó derrotada por 2-0 ante Francia, la anfitriona, que se coronó en el Parque de los Príncipes y acabó con el 'milagro' español. Ahora, tras 24 años de espera, 'la roja' se ha citado con la historia para levantar el título el próximo domingo en Viena, tal y como lo hizo en Madrid en 1964. Enfrente, Alemania, con las vitrinas repletas de trofeos, el gen de la victoria, el último escalón que deberán subir los hombres de Luis Aragonés para tocar el cielo con la yema de los dedos. Pasará muchísimo tiempo antes de que el manto celestial vuelva a estar tan cerca de cubrir los sueños de un país.

La Eurocopa de 1984 todavía colea en la memoria colectiva de los españoles. Fue una concatenación de hechos milagrosos, aderezados con destellos de buen fútbol, que llevaron al equipo a la final. La pena es que las esperanzas de título se colaron debajo del cuerpo de Luis Arconada, cuando un flojo lanzamiento de falta de Platini lo empujó dentro el propio portero al tratar de coger el balón. El tanto de Bellone, al final del encuentro, sólo confirmó la victoria del once galo.

Maceda, salvador

Después del primer 'milagro' consumado, el histórico 12-1 contra Malta, España debutó en la Eurocopa contra Rumanía con un empate a uno. Luego llegó el turno de Portugal y el encuentro acabó con el mismo resultado. La selección de Miguel Muñoz estaba contra las cuerdas. Se jugaba el pase a las semifinales ante Alemania -entonces no había cuartos- y sólo valía la victoria. Segundo 'milagro'. Cuando todo parecía perdido, con el 0-0 en el marcador, apareció la cabeza de Maceda en el minuto 90 para meter a 'la roja' entre los cuatro mejores del torneo.

La pareja de baile en la semifinal era Dinamarca. Se adelantaron los nórdicos con un gol de Lerby, pero de nuevo emergió la figura de Maceda para igualar la contienda. Se llegó a los penaltis y con el empate a cuatro tembló Elkjaer. Falló. Sarabia cogió el balón y metió a España en la final.

Los españoles tropezaron con un Platini prodigioso, líder total de una Francia que torpedeó las ilusiones de 'la roja'. El autogol de Arconada quedó inscrito en la historia negra del fútbol nacional.