SOMOS DOSCIENTOS MIL

El diario oficial...

Les hablaba la pasada semana de lo entretenido que puede resultar repasar las hemerotecas ya que, en múltiples ocasiones, es posible hallar auténticas joyas de lo que un día se nos prometió. Ver qué ha sido de aquél o ese otro gran proyecto que se reveló como la panacea para nuestra ciudad y que, posiblemente, nunca se ha cumplido, haciendo bueno aquel dicho de: «prometer, prometer hasta meter y, una vez metido ». Además, de cara al buen tiempo, tal ejercicio es una forma envidiable de pasar una buena tarde, una vez el verano se ha adueñado de nuestras vidas.

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Sin embargo, el consejo que he preparado para ofrecerles hoy tampoco tiene precio, pues si con las hemerotecas es posible pasar un buen rato, si optan por leer el BOJA (Boletín Oficial de la Junta de Andalucía), simplemente podrán disfrutar de momentos inenarrables.

Para aquellos poco avezados, les informo que el BOJA se edita de lunes a viernes; en su Sumario se incluyen cinco grandes apartados: el primero de Disposiciones Generales, que es al que dedico estas líneas; uno segundo para Autoridades y Personal, donde se incluyen los nombramientos que se realizan en Andalucía, y que puede llegar a ocupar varias páginas, y tres apartados más: Otras Disposiciones, Administración de Justicia y Anuncios, a los que de momento dejaré en paz.

Ante tanto apartado y para no dispersarse, es conveniente dedicar los esfuerzos al primero de ellos: el de Disposiciones Generales -mi favorito-, pues con su lectura pueden hacerse una idea muy aproximada de a qué dedican su tiempo nuestros Parlamentarios y Gobernantes Autonómicos.

Repasando las dos últimas semanas (y les prometo dos cosas: que podría haberme remontado varios años atrás, así como que lo que sigue a continuación es trascripción exacta del contenido -a veces inexistente- de dicho primer apartado), compruebo cómo nuestras Autoridades únicamente se esfuerzan por subvencionar lo que a veces puede llegar a resultar insubvencionable.

Por ejemplo: el Boletín 116 de 12 de junio, incluye la Resolución de 16 de mayo de la Dirección General de Inspección y Evaluación, que efectúa una convocatoria pública de ayudas de acción social, destinada al personal al servicio de la Administración de la Junta de Andalucía. El Boletín 118, de 16 de junio -pues los números 117 y 119 carecen de contenido en este apartado- transcribe la Orden de 28 de mayo, que regula y convoca el octavo Premio Andaluz al Voluntariado. El 120, de 18 de junio, exclusivamente dicta la Orden de 15 de mayo, que convoca subvenciones en materia turística a empresas en el seno de la Estrategia Tercera del Programa de Recalificación Turística de la Costa del Sol. El del pasado jueves, número 121 de 19 de junio, únicamente incluye la Orden de 25 de febrero, que establece las bases reguladoras de la concesión de ayudas para la gestión forestal sostenible de los montes en el ámbito de la Comunidad Autónoma de Andalucía. Respecto al de este último viernes, el mismo se atreve con dos convocatorias de ayudas, ambas reguladas por sendas órdenes de 25 de febrero: una primera, que establece las bases reguladoras de la concesión de subvenciones para la conservación y mejora de las especies silvestres, sus hábitats y sus recursos naturales, protección del paisaje y del patrimonio natural. Y una segunda, que fija las bases reguladoras de la concesión de ayudas para la Prevención y Control de los Incendios Forestales, en el ámbito de la Comunidad Autónoma de Andalucía.

Si ya, en un alarde de atrevimiento, acuden al Boletín de ayer lunes, el número 123, de 23 de junio, observarán como el mismo dedica sus primeras páginas a una norma que roza el clímax más absoluto: la Orden de 16 de junio que regula el perfil de contratante de los órganos de contratación de la Administración de la Junta de Andalucía y sus entidades instrumentales.

Ven como leer normativa autonómica da para pasar buenas y divertidas tardes. Sirve para introducirse al hermoso mundo de los trabalenguas, así como para comprobar que nuestras Autoridades Andaluzas, salvo dar subvenciones, no hacen nada más. Podrían legislar sobre especulación urbanística (por dar alguna idea), pero eso supone un notable esfuerzo. Además, si la suerte les sonríe, igual encuentran una subvención a la que ustedes puedan acceder y de la que con toda probabilidad no tenían ni idea.

Y habrá aún quien diga que nuestras Autoridades Andaluzas no trabajan, ¿habrase visto cinismo !