El deseo al fuego

En la noche previa al solsticio del verano, el día de San Juan, la ciudad se viste de nuevo de fiesta. Los Juanillos vuelven a hacer acto de presencia -cada vez en mayor número- para criticar lo malo y elogiar lo bueno. Unos ninots, pero a lo gaditano, como dirían algunos. Pero siempre con el mismo objetivo: que el fuego que los quema se lleve esa denuncia para siempre y traiga una pronta solución.

Desde las 18.30 horas comenzarán a arder los 20 Juanillos realizados por colectivos y particulares, entre los que se incluyen tres realizados por niños. Esta es la principal novedad de la edición de esta fiesta en el año 2008. Una propuesta municipal que busca resurgir esta costumbre del gaditano.

El jurado comenzará su recorrido en Extramuros, en la Asociación de Vecinos Los Corrales. Desde allí se desplazarán hasta seis puntos distintos de Puertatierra para llegar, a las 21 horas a la plaza de España, donde visitarán el Juanillo realizado por la Asociación de Vecinos de San Carlos. Después de acudir a otras plazas, el jurado llegará a la playa de La Caleta, al lugar donde se encuentra el busto en honor a Paco Alba.

Allí se concentrarán el mayor número de Juanillos, once, que irán ardiendo desde las diez de la noche. El último que será pasto de las llamas será el municipal, también ubicado en La Caleta, mientras que en el cielo se podrá ver un espectáculo de fuegos artificiales.

Y antes de que ardan, todos los ciudadanos deberán depositar su deseo junto al muñeco esperando que la magia que envuelve el solsticio de verano haga su sueño realidad mientras se pone el sol sobre la ciudad.

Una fiesta para supersticiosos y curiosos que, cada año, aumenta en número de participantes, tanto en los artesanos encargados de erigir los Juanillos como en espectadores.