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Cuatro años marcados por el devenir político

Las relaciones con el Consistorio jerezano han condicionado la presidencia de Joaquín Morales en el Xerez

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«La próxima semana rubricaremos el acuerdo con Pilar Sánchez porque, pese a las presiones, ha sido una parte muy importante en esta operación». Desde el verano de 2004 hasta el de 2008, los cuatro años de mandato de Joaquín Morales han estado excesivamente marcado por la realidad política de la ciudad. Desde tenientes de alcalde hasta pactos de gobierno, las relaciones del nazareno con Pedro Pacheco, María José García Pelayo o Pilar Sánchez se han caracterizado por pasar del amor al odia. La principal razón ha sido la subvención municipal, multimillonaria ayuda del Ayuntamiento jerezano a una empresa privada y que, a lo largo de los años, se convirtiera en base fundamental de la realidad económica del Xerez.

Los inicios del sevillano en el sillón presidencial fueron unos primeros pasos de un cauto Morales, que no se pillaba los dedos con nadie: Ayuntamiento, afición, jugadores Pocos meses después de su llegada al Deportivo, la Comisión Deportiva municipal decidió aumentar en 200.000 euros durante cuatro años la ayuda que el Consistorio otorgaba al Xerez. Con García Pelayo en la alcaldía, el pacto se rubricó en la Navidad de ese mismo año, mucho antes de desatarse la tormenta.

La tormenta política se dio en enero de 2005, cuando Pacheco rompía el pacto con el PP y Pilar Sánchez asumía el cargo de alcaldesa de Jerez. Ya comenzaban a verse las limitaciones de un Morales que recibía los primeros halagos públicos de uno de sus mentores, Pedro Pacheco, y que tenía un respaldo de la afición suficiente como para soñar en un futuro ascenso a Primera.

Tensión política

Sin embargo, las tiranteces públicas y privadas entre Pilar Sánchez, alcaldesa, y Pedro Pacheco, en ese momento delegado Urbanismo, cogieron por medio al presidente del Xerez en plena ebullición del proyecto y con el equipo liderando la Segunda División. A Morales le cogió la tormenta por medio y sin palo donde agarrarse, con una parte (la que le trajo al Xerez) peleada con la otra (principal responsable de la subvención). Estas diferencias maniataron al presidente del Xerez, que comenzó a descubrir cómo se las gasta el fútbol. La subvención llega tarde y menos de lo acordado, Sánchez alega que hay problemas y Pacheco que ve como un grupo de inversores es rechazado por Morales, inversores que él mismo se había encargado de buscar. La clave llegaba en 2006 con la aprobación del plan de pago de las acciones que tenía en su poder el Ayuntamiento.

Sin embargo el ascenso no se consigue, se vuelve a retrasar la subvención y se caen dos patrocinadores importantes. Morales ya anuncia que comienza a cansarse y se planifica una nueva temporada con dos directores generales y dos directores deportivos.

Vuelve a reinar lo deportivo con el liderato del Xerez con Pepe Murcia en el banquillo y la afición corea a Morales en la manita que le mete el Deportivo al Salamanca. También hay gritos e insultas contra el delegado de Urbanismo y empieza una nueva batalla.

La tensión entre Pacheco y Morales acaba y poco después la situación explota. No llega la subvención municipal y el mandatario se encierra en el Ayuntamiento. Apenas dura un día, pero Pilar Sánchez claudica y llega a un acuerdo económico.

Desde entonces hasta ahora, esa se convierte en la piedra en el camino del presidente, que repite una y otra vez que se encuentra cansado del fútbol. Desde ayer Morales podrá descansar tranquilo.