La cara de Gasol durante el partido reflejaba su preocupación. /AFP
DECIMOSÉPTIMO TÍTULO para los celtics

Los Lakers de Gasol se quedan sin anillo

Los Celtics arrancan dubitativos pero pisan el acelerador en el segundo cuarto para permitirse el lujo de no volver a mirar atrás en el resto del duelo

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Los Celtics de Boston han humillado a los Lakers de Los Ángeles, su eterno rival, por un histórico 131-92 y se han proclamado campeones de la NBA, consiguiendo su decimoséptimo anillo y el primero desde 1986.

El 'Big Three' ha cuajado una excepcional actuación. Kevin Garnett se ha ido hasta los 26 puntos y 14 rebotes; Ray Allen a los 26 también y Paul Pierce a los 17 puntos y 10 asistencias. Por los Lakers, poco que rascar. Kobe Bryant ha hecho 22 tantos y Pau Gasol 11 y ocho rebotes.

Los Celtics han arrancado dubitativos pero han pisado el acelerador en el segundo cuarto para permitirse el lujo de no volver a mirar atrás en el resto del duelo. Para los Celtics, éste ha sido el duelo más relajado de toda la Serie Final.

Bryant ha puesto velocidad de crucero en el arranque y ha anotado tres triples en siete minutos, dentro de un primer cuarto tenso, equilibrado, disputado a demasiadas revoluciones y con el corazón en el puño, que ha finalizado con la máxima renta por entonces para Boston (24-20).

Con Kevin Garnett y Ray Allen pletóricos de inicio, la duda para Doc Rivers, el técnico de los de Massachusetts, residía en el rendimiento que podría extraer de su pívot titular Kendrick Perkins, con molestias en su hombro izquierdo. Apenas ha anotado dos puntos en la primera mitad, pero en defensa ha sido un muro infranqueable, como el suplente Glen Davis.

43 puntos de ventaja

Pierce, con un triple y un tiro libre que han dado seis de ventaja a los suyos (32-26), ha despertado en un segundo periodo protagonizado por la segunda unidad de ambos conjuntos. Gasol no se ha estrenado hasta el minuto 17, al ejecutar un medio gancho, pero justo cuando parecía que los Lakers reaccionaban, James Posey y Eddie House han anotado dos triples consecutivos.

Los Celtics han aprovechado el tirón para intimidar a su adversario con una defensa extenuante y martillear el aro de los californianos desde el perímetro. Así, la brecha ha llegado a ser de veintitrés (58-35, m.23) en el primer tiempo. El Garden era una olla a presión y el "Beat L.A.", un estruendo.

Más allá de los números, la sensación que reinaba en el Garden era que Boston, con sólo ocho puntos de ventaja, sabría administrar esa renta mucho mejor que los Lakers una de 24 o 19, como ocurrió en los dos partidos anteriores. La experiencia, cuenta. El hambre por ganar un anillo, ése que perseguía a Garnett, Allen y Pierce hasta hoy, mucho más.

Si alguien esperaba una reacción de los de Jackson, acabaría defraudado porque la tormentaha seguido y el déficit ha sobrepasado la treintena (79-48, tras tiros libres de P.J. Brown). Bryant y Gasol han sido los únicos angelinos que han dado la cara, pero su entrega no ha resultado suficiente ni siquiera para maquillar el escándalo.

La victoria de Boston, toda una apisonadora, ha sido rotunda y sin paliativos. Un triple de Allen, magnífico a lo largo de toda la final, ha llevado a los suyos a superar la barrera de los cien puntos con dos triples consecutivos (104-70) y más de ocho minutos por jugar.

La gloria es para los Celtics, que han conseguido disfrutar de una ventaja de 43 puntos (129-86). Su decimoséptimo título ha llegado el día 17 y los puros, al estilo Red Auerbach, han vuelto a hacer acto de presencia en Boston. El anillo para Gasol tendrá que esperar.