eZpaña

La primera gran lección de política que nos dio ZP, fue en 2005 en el debate sobre el Estado de la Nación cuando dijo que Las palabras han de estar al servicio de la política y no la política al servicio de las palabras. A tenor de su discurso, parece que la joven ministra nos ha salido figura en esto.

Pero debiera andar con tiento, porque por ahí arriba la gente no tiene el sentido del humor de los de aquí y ya es un clásico que cada gobierno suele alumbrar un ministro cachondeable. Con Felipe González le tocó a Morán, inolvidable, con Aznar fue Doña Espe, sorprendentemente reconvertida en mano vicaria que mece la cuna del PP, mientras que en la primera de ZP hubo una dura pugna por el pichichi de las pamplinas ministeriales entre Carmen Calvo y Moratinos.

Hasta ahora, todos habían conseguido evitar el nombramiento de un nuevo ministro risitas en su segundo mandato, ZP no ha sabido o no ha querido, y parece que para este honor ha reservado a nuestra paisana Bibiana Aido. A tenor de lo escuchado en la última semana parece que ella ha aceptado postularse para el premio y está haciendo aportaciones muy creativas. Parte con una ventaja indiscutible, pues considerando que su Ministerio, en este caso Ministeria, dispone al día de hoy de una placa con el nombre, la cartera de la ministra y cien millones de euros para todo el año, es obvio que le va a quedar mucho tiempo libre para conseguirlo. Mientras tanto Rubalcaba, su mentor, sigue consumiendo sin tregua material antidisturbios, estaría bueno que le bloquearan en la frontera el camión que viene con el repuesto.