Clinton apoya a Obama y pone punto y final a su lucha por la presidencia: «Yes, we can»

Hillary Clinton ha puesto oficialmente fin a sus aspiraciones de convertirse en la primera mujer presidente de los EEUU, en un acto en el que ha mostrado su total apoyo a Barack Obama y ha pedido a sus seguidores que le apoyen en noviembre. "Ahora, que suspendo la campaña, quiero felicitar a Barak Obama y darle todo mi apoyo".

Clinton ha hecho un llamamiento a la unidad de los demócratas en su multitudinario acto de despedida en el National Building Museum, en Washington, arropada por su marido, Bill Clinton, su hija Chelsea, y su madre Dorothy Rodham. La senadora ha agradecido a las mujeres su apoyo, a quienes ha lanzado un guño al recordar el hito que ha supuesto su aventura presidencial para las féminas estadounidenses.

Hillary Clinton ha pedido a los demócratas que unan fuerzas contra el candidato republicano John McCain. Clinton ha mostrado su compromiso en restaurar la unidad del partido demócrata de cara a las presidenciales del 4 de noviembre: "El Partido demócrata es una familia, y es el momento de restaurar los lazos y los valores del partido, y de unir los caminos que nos han mantenido separados durante esta dura lucha" aunque ha recordado que "el camino no va a ser fácil".

La salida de Clinton pone punto y final a una de las primarias más apasionantes de la historia moderna de EEUU, en las que los dos aspirantes competían por el hito de llevar a la Casa Blanca al primera mujer presidente o al primer afroamericano.

Quiere mantenerse en el candelero

El mensaje de apoyo y unidad que ha lanzado Clinton tiene una enorme importancia para la campaña de Obama, quien puede necesitar el apoyo de los 18 millones de votos que ha logrado la ex primera dama en las primarias para salir victorioso en las presidenciales de noviembre.

Clinton ha afirmado que "suspendía" su campaña, una palabra clave que le permitirá seguir recaudando dinero -algo esencial dado que su campaña registra unos números rojos de mas de 30 millones de dólares- y seguir teniendo el control de los 1.926 delegados conseguidos y, por tanto, de negociar su futuro político.

No obstante, ha reconocido de manera innegable su total apoyo a Barack Obama utilizando el lema de la campaña del senador de Illinois: "Sí, podemos" lograr las metas que se habían marcado al inicio de la campaña, como acabar con la guerra de Irak y extender la cobertura sanitaria universal.

Una mujer, ¿constante o testaruda?

Clinton ha dicho adiós al sueño de su vida, la presidencia del país, y ahora está por ver cuál será su futuro político. Sus partidarios presionan muy fuerte para que Obama le proponga la vicepresidencia, algo que a todas luces ella aceptaría. "Nunca me rindo, nunca me doy por vencida", ha sido uno de los lemas de su campaña. Y lo ha demostrado.

Durante los 17 meses que duró esta campaña, Hillary pasó de ser la favorita clara a ser la rezagada y a tener unas posibilidades cada vez menores. Pero nunca se dio por vencida. Para sus críticos, fue un caso de testarudez. Para sus defensores, un ejemplo de constancia. Ella nunca dejó de creer en sí misma y en que, como alegaba, era la candidata con más posibilidades de derrotar al republicano John McCain en las presidenciales de noviembre.

Logró conquistar segmentos clave del electorado demócrata: a las mujeres, en particular las mayores de cincuenta. A los hispanos, a los católicos y a los blancos de clase trabajadora. Para ello fue necesaria una evolución en su campaña: al principio sembraba sus mítines de detalles de su programa político y se presentaba como la candidata con más experiencia, algo que le dio una imagen distante.