Nuevos datos
VUELTA DE HOJA Gustaba repetir Julián Marías, sin duda para intentar que lo aprendiéramos sus compatriotas, que España es el país donde no sólo se discuten las opiniones, que son todas discutibles, sino los datos. Aquí se pone en entredicho la aritmética y se cuestiona que Pitágoras tenga razón. Ahora han aparecido datos nuevos en la creciente preocupación nacional. Por mucho que despreciemos la conducta del euribor, que ha marcado un nivel máximo desde el año 2000 y ha hecho subir las hipotecas más del 60 por ciento, no acabamos de aceptar la realidad. Nos pasa como a aquel general que era tan valiente que no se rendía ni ante la evidencia.
Actualizado: GuardarEl eficiente y cauto ministro Solbes, que no ha tenido más remedio que reconocer que estamos en crisis, ha hecho a continuación lo único que estaba en sus manos hacer: minimizarla. Ha dicho que hablar de crisis es «enormemente exagerado». Quizá lo haga para impedir que cunda el pánico, pero en vez de darnos ánimo debiera darnos dinero, que es lo que más anima.
Los nuevos datos, también llamados «indicadores negativos», se las traen. Al cierre de la semana negra pueden sucederle varios semestres del mismo color. El diferencial de inflación con la UE ha crecido y los precios no quieren quedarse atrás. Sálvese el que pueda, ya que el señor vicepresidente Pedro Solbes no puede salvarnos a todos mientras continúe el desplome en la compraventa de viviendas.
Comprendo que es una ordinariez hablar siempre de dinero, pero nos hemos despedido del superávit público hasta el 2011. Y hay que recordarlo. Al que no hemos sabido recordar es a Juan Ramón. Sea usted Juan Ramón Jiménez para que su patria se olvide de cuándo murió. Yo estuve en Moguer hace medio siglo. Había en un cine un telón de cretona con una pésima fotografía suya ampliada.
La única inmortalidad es la del dinero, mientras dura.
