El ministro de Defensa de Israel Ehud Barak (dcha), junto al primer ministro Ehud Olmert en Jerusalén. /EFE
investigado por corrupción

Olmert se aferra a su cargo a pesar de que cada vez hay más voces críticas que piden su dimisión

El primer ministro israelí pide a su partido paciencia para probar su inocencia mientras

JERUSALÉN Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El primer ministro israelí, Ehud Olmert, ha desafiado la exigencia de su titular de Defensa y primer socio de gobierno, Ehud Barak, para que dimita y se aferró a su cargo, pese a que se multiplican las demandas para que lo abandone.

Las críticas le llueven al jefe del Ejecutivo por todas partes: los partidos de la oposición, sus ministros, la opinión pública e incluso el interior de su propia formación política, Kadima, en el que cada vez son más fuertes las voces que reclaman unas elecciones primarias para elegir un nuevo líder.

La última en pronunciarse ha sido la ministra de Exteriores, Tzipi Livni, quien ha advertido de que Kadima, partido al que también pertenece ella, debe prepararse para cualquier eventualidad, "incluida la convocatoria de elecciones".

"Es imposible ignorar los acontecimientos de los últimos días. Y Kadima necesita obrar en consecuencia", ha acotado Livni, quien se ha mostrado critica con la postura de Olmert de que solo dejará la jefatura del Gobierno si la Justicia formaliza cargos contra él por corrupción.

Poco antes de las declaraciones de Livni, otro ministro de Kadima, el titular de Seguridad Interna, Avi Dichter, había anunciado su intención de presentarse para sustituirle al frente del partido. "En Israel no puede haber un primer ministro a tiempo parcial. Olmert y el Gobierno tienen que tomar una decisión", ha dicho Dichter al entender que no puede ocuparse al tiempo de la dirección del país y de defender su inocencia.

Pide paciencia para probar su inocencia

Al día siguiente de que Barak le diese a elegir entre cesar en su cargo -aunque fuese de forma temporal- o convocar elecciones, pocos son los que han salido públicamente en defensa de Olmert y las críticas se han multiplicado.

Los medios israelíes se hacen eco hoy en sus portadas de que el primer ministro israelí, Ehud Olmert, que no está dispuesto a dimitir ni a convocar elecciones, ha pedido a su partido paciencia para probar su inocencia en un escándalo de corrupción.

Dichos medios recogen las declaraciones realizadas por Olmert anoche en un encuentro con un grupo de alcaldes de localidades cercanas a Gaza a los que aseguró: "Continuaré funcionando como primer ministro. Algunos creen que el inicio de cualquier investigación exige una dimisión, pero yo no estoy de acuerdo con esta noción y no dejaré el cargo".

Olmert ha asegurado que "es inconcebible que un primer ministro sea condenado en base a un sólo testimonio", en referencia a las manifestaciones del empresario estadounidense Morris Talansky, que declaró el pasadomartes ante un tribunal haberle entregado alrededor de 150.000 dólares en efectivo en sobres para sus campañas y como "préstamos personales".

El jefe del Gobierno israelí contraatacó al asegurar: "Demostraré que esas cosas no ocurrieron nunca". "Tengo mucho que decir, pero me he mantenido callado por respeto a la investigación", adujo Olmert, al tiempo que se comprometía a difundir un comunicado en los próximos días.